El conservador Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) cerraron ayer un acuerdo para gobernar juntos Andalucía y clausurar 36 años de hegemonía socialista en la región española. Para ello recibieron el inédito apoyo de la ultraderecha de Vox, por un lado, y el rechazo de la coalición de izquierda, Adelante Andalucía, formada por Izquierda Unida y Unidos Podemos, por el otro. 

“Acabamos de alcanzar un acuerdo histórico en Andalucía”, escribió en Facebook Albert Rivera, líder nacional de Ciudadanos, un partido que subió con fuerza en las elecciones regionales del 2 de diciembre donde las derechas obtuvieron por primera vez mayoría parlamentaria. Así también lo celebró otro líder de Ciudadanos, Juan Marín, en la víspera de la conformación del parlamento. “La propuesta garantiza que todo el mundo esté representado en la Mesa de la Cámara con voz y con voto, recogiendo los resultados de las elecciones andaluzas”, sostuvo Marín. 

Según el pacto alcanzado ayer, el PP presidirá la Junta y Ciudadanos el Parlamento. La presidencia del Parlamento es un puesto estratégico para el devenir de la legislatura, ya que tiene la potestad de acelerar, retrasar e incluso bloquear las propuestas que proceden del Ejecutivo. Las negociaciones sobre la composición del Ejecutivo no comenzaron oficialmente pero están muy avanzadas, según afirmaron al diario El País, fuentes de ambas formaciones. En cuanto a la presidencia de la Junta, el líder regional del PP, Juan Manuel Moreno, afirmó que probablemente se presente como candidato y que la investidura será el 16 de enero. El líder popular no ocultó que mantiene y mantendrá conversaciones con Vox.

Según el acuerdo para la Mesa del Parlamento anunciado en rueda de presa por Marín, Ciudadanos ocuparía la presidencia del Parlamento mientras que las vicepresidencias las desempeñarían el PP y el PSOE. En cuanto a las secretarías, estarían presentes el PSOE, PP y Vox. La alianza con Vox es un escenario incómodo para Ciudadanos que habló con el partido de extrema derecha a último momento, después de evitarlo durante semanas. Además ayer a última hora tuvo que retirar la propuesta que acordó con el PP y que implicaba que todos los grupos con representación en la Cámara estén presentes con voz y voto en la Mesa, después de que el líder de Adelante Andalucía, Antonio Maíllo, le haya trasladado su rechazo al citado planteamiento. 

Oficialmente la coalición de izquierda anunció que no participará de ningún pacto, que votará sus propias candidaturas y que dará batalla a las derechas y a la extrema derecha en las votaciones a la Mesa del Parlamento andaluz. “Nuestra coherencia está por encima de cualquier otra consideración”, afirmó la coalición en un comunicado. Además retó a Ciudadanos a que presente candidaturas donde considere porque aseguran que ellos van a confrontar tanto con Ciudadanos, como con la derecha del PP y la de sus socios de extrema derecha. Finalmente, destacaron la necesidad de estar presente en la Mesa para fiscalizar, controlar, combatir y denunciar los acuerdos que puedan hacerse entre Cs-PP-Vox.  

Una hora después de conocerse el rechazo de Adelante Andalucía, el presidente de Vox, Santiago Abascal, celebró en Twitter. “Ahora sí: Después de que Cs y PP hayan pedido oficialmente el apoyo de nuestro partido, dando voz y voto en la Mesa para Vox, podemos hablar de acuerdo. La presidencia del Parlamento será para Cs y la mayoría de la mesa será para PP-Cs -Vox, como votaron los andaluces”. En otro tuit, Abascal precisó: “un acuerdo que, por el momento, se circunscribe a la composición de la Mesa. Nada más. Para que apoyemos una investidura, como es lógico, tendrán que escuchar y atender lo votado por 400.000 andaluces. A partir de mañana comenzaremos a hablar de ese cambio político”.

Luego de haber sacado el 11 por ciento de los votos, ésta es la primera vez que una formación de ultraderecha entra en una cámara regional en España. Desde un principio Vox repitió que no será un obstáculo para el cambio en Andalucía y que no pide entrar en el nuevo gobierno. Sin embargo criticó que lo hayan dejado al margen de las negociaciones entre PP y Ciudadanos. 

Todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria mantuvieron ayer intensas reuniones para tratar de llegar a un acuerdo que satisfaga a todos los grupos sobre la composición de la Mesa de la Cámara. Vox ya tiene asegurado un lugar con voz y voto que fue garantizado por el PP.