Brasil moverá su embajada en Israel a Jerusalén. Así lo confirmó ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “No es una cuestión de ‘si’ (lo hace), sino de ‘cuándo’”, dijo el premier a representantes de una comunidad judía en Río de Janeiro, según informó su despacho en un comunicado. El asunto de la embajada ha estado rondando durante la visita de Netanyahu a Brasil, la primera a este país por parte de un primer ministro israelí. El líder conservador llegó el viernes y fue directo a reunirse con el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro. En dicho encuentro el líder israelí dijo que el presidente electo le había asegurado que ejecutaría la transferencia. Ya en noviembre el ex capitán del Ejército había anunciado su pretensión de seguir los pasos del presidente estadounidense Donald Trump de trasladar la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén. Sin embargo, los productores de carne en Brasil están preocupados de que el cambio de la embajada amenace sus exportaciones de carne halal (producida bajo parámetros islámicos), valoradas en unos 1.000 millones de dólares a los países árabes. Esos países, ven a Jerusalén oriental como la capital de un futuro estado palestino. Pero Israel afirma que toda Jerusalén es su capital y busca que las embajadas sean trasladadas allí como muestra de apoyo internacional. Sin embargo, la mayoría de los países respaldan negociaciones entre Israel y Palestina para establecer el estatus de Jerusalén como parte de un acuerdo de paz más amplio. Trump rompió este consenso hace un año y en mayo de 2018 la embajada de Estados Unidos fue establecida en Jerusalén. Guatemala lo siguió dos días después. Bolsonaro ha dicho que quiere tener lazos más próximos con Estados Unidos e Israel, rompiendo con décadas de políticas de centro-izquierda que buscaban posicionar a Brasil como una potencia latinoamericana que nutría relaciones con todos los países. En su encuentro el pasado viernes en Río de Janeiro Bolonaro y Netanyahu alentaron su incipiente “hermandad” que, según ellos, impulsaría cooperación militar, económica, tecnológica y agrícola. Además, el israelí invitó al futuro presidente brasileño a que visite su país, invitación que fue aceptada. La visita tendrá lugar, entonces, antes de marzo.