El Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra), anunció ayer que en las guardias de efectores públicos donde no tengan personal policial que garantice la prevención de incidentes, se restringirá el servicio. El gremio anunció que cuando un trabajador profesional de la salud constate la falta de un agente de la fuerza requerido para brindar seguridad en la guardia se lo comunicará a la dirección (o lo dejará asentado en el libro de guardia) y procederá "de manera inmediata a restringir" las tareas. "Este protocolo, en caso de ser necesario, se implementará en cualquier hospital público del territorio santafesino, ya sean de la órbita provincial, municipal o comunal", señalaron desde Amra, en un comunicado.

La medida tiene que ver con sucesos puntuales. "Consideramos que la gravedad de los hechos y los permanentes ataques y hostigamientos a nuestros compañeros ameritan una decisión a corto plazo por lo que durante la transición, y hasta tanto las autoridades resuelvan el problema de fondo, quedan facultados para tomar esta medida preservando su integridad física y psíquica, y así evitar males mayores", expresa el escrito.

Más tarde, la secretaria gremial de Amra Santa Fe, Sandra Maiorana, explicó que una serie de episodios de inseguridad motivó la medida. "Nosotros logramos en la mayoría de los efectores provinciales que se vayan poniendo efectivos de seguridad, que muchas veces no se consiguen. Pero aún habiéndolo logrado seguimos teniendo problemas", aseguró.

La dirigente explicó que muchas veces los médicos toman una guardia y se encuentran con que el personal policial no está en el hospital o centro de salud. "Pasó esto el 1° de enero en la guardia del hospital Iturraspe, de la ciudad de Santa Fe; donde el familiar de una paciente agarró a patadas una puerta y agredió verbalmente al personal", recordó. A este hecho se le sumó el ocurrido a fines de diciembre, en el Samco de Avellaneda, cuando "una persona en estado de ebriedad agredió física y verbalmente al médico y a la enfermera" que se encontraban de guardia. En aquella oportunidad, el hombre de mediana edad los amenazó, dijo que sabía donde vivían y que iba a tomar represalias "si a su amigo le pasaba algo", plantearon.

Incluso, después de aquel primer episodio, Amra indicó que "es inviable trabajar sin personal de seguridad en los establecimientos de salud, ya que por más tranquila y pacífica que sea la gente de algunos pueblos o pequeñas ciudades, siempre aparece alguien fuera de sí que descarga su ira provocando la bronca e impotencia de toda la comunidad sanitaria".