A partir de hoy rige el nuevo aumento en la tarifa de energía eléctrica, que promediará al público el 26 por ciento e irá escalando los meses siguientes hasta alcanzar el 55 por ciento acumulado hasta el mes de agosto. Este nuevo ajuste en las boletas se da en momentos en que todavía se registran más de diez mil usuarios sin luz en el área metropolitana, según la última información del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).      El miércoles, último día de la ola     de calor extremo, se registraron 244.152 usuarios sin energía eléctrica, muchos de los cuales todavía no recuperaron el servicio, de acuerdo con las cifras oficiales del ente regulador. Sin embargo, el Gobierno no da explicaciones sobre la situación y tampoco marcha atrás con el aumento del precio de la energía mayorista de 38 por ciento durante este mes, lo cual se traduce en dicho incremento de 26 por ciento en las boletas a los hogares. Según estimaciones de la Secretaria de Energía, un usuario residencial medio del área metropolitana pagará 1275 pesos por mes por el servicio, pero en las provincias el impacto de los aumentos será todavía más pesado. 

En la última semana del año pasado, el Gobierno anunció un paquete de aumentos en los servicios de transporte, electricidad y gas, pese a que en meses previos había reiterado que en 2019 no serían necesarios nuevos ajustes tarifarios. Colectivos y trenes del área metropolitana de Buenos Aires fueron los primeros en implementar los incrementos, con un esquema de tres aumentos mensuales consecutivos hasta marzo, que representarán en el trimestre un alza de entre 38,5 y 42 por ciento dependiendo del servicio. Ese mismo día la Secretaria de Energía, que en ese momento la conducía Javier Iguacel, dejó trascender los aumentos en electricidad  y en gas -del 35 por ciento a partir de abril-y recortes en la tarifa social. Se suma un aumento de 27 por ciento en marzo para el servicio de agua. Al día siguiente de los anuncios Iguacel fue eyectado del cargo y reemplazado por Gustavo Lopetegui, quien desde entonces se mantuvo en total silencio, incluso en los últimos días en que los usuarios exigen respuestas por el desmanejo de las distribuidoras ante los cortes de luz. 

La ola de calor sofocante que se vivió esta semana en el área metropolitana fue incrementando día por día el número de cortes en el suministro eléctrico y el miércoles, pese a la tormenta que trajo algo de alivio, las interrupciones llegaron a su máximo. Estos cortes se dan pese a una menor demanda energética, por cuestiones de ahorro de los usuarios residenciales ante los tarifazos y de la industria y el comercio por la recesión económica. Según el ENRE, 151.891 usuarios de Edesur tuvieron cortes el miércoles, a los que se sumaron 92.261 de Edenor. Ayer, al momento del cierre de esta edición, la cifra de usuarios se ubicaba en 9704 y 2371 respectivamente para las empresas Edesur y Edenor.

En ese contexto comienza comienza a regir el nuevo cuadro tarifario, que todavía no fue publicado en el Boletín Oficial. De acuerdo con lo informado por Energía, se aplicará un aumento del precio mayorista del 38 por ciento en febrero, derivado de la quita de subsidios a la generación. Esto impactará en un alza de 26 por ciento en las boletas con el consumo de febrero. Pero ese será apenas el primer tramo. En marzo, el valor agregado de distribución, que constituye el ingreso de las distribuidoras, subirá alrededor de un 33 por ciento, lo cual impacta en otra suba del 14 por ciento de la boleta. El incremento acumulado hasta ese momento en las boletas que paga será del 43 por ciento. 

Pero los aumentos siguen. En mayo habrá otro ajuste por el costo de generación del 6 por ciento y en agosto se aplicará otro 8 por ciento, lo cual se traduce en dos subas del 4 por ciento en las boletas de los usuarios. Los cuatro incrementos (febrero, marzo, mayo y agosto) totalizan un 55 por ciento.

Según las estimaciones oficiales, un usuario de la categoría R2, que concentra el 36 por ciento de los usuarios, pagará en promedio 1275 pesos por mes. La categoría R1, que explica el 33 por ciento de los usuarios, tendrá una boleta promedio de 599 pesos. La categoría R3, que concentra el 9 por ciento de los usuarios, queda en un promedio de 1647 pesos, de acuerdo con los números que maneja Energía. En la categoría más alta (R9), con apenas el 1 por ciento de los usuarios, tendrá una boleta mensual de 12.100 pesos. Sin embargo, fuera del área metropolitana las boletas serán todavía más caras. En marzo, un usuario medio que consume 300 kWh/mes pagaría en Santa Fe 1742 pesos por mes de luz y en Córdoba, 2194 pesos. En San Juan, la factura sería de 1429 pesos y en Catamarca, de 1517 pesos. La diferencia se explica por el importe que cobran las empresas provinciales, en parte justificado por la menor escala económica frente a Edesur y Edenor, aunque el Gobierno les atribuye ineficiencia.

La suba de los servicios se encuadra en el plan de ajuste que inició el Gobierno y se intensificó a partir del acuerdo arribado con el Fondo Monetario. Según los datos oficiales, en 2015 el Estado subsidiaba el 90 por ciento del costo de la tarifa eléctrica, mientras que este año pretende sólo desembolsar el 24 por ciento. Esto implica una reducción a un tercio en la masa de subsidios, que pasó de 17.232 millones de dólares en 2015 a un proyectado de 5114 millones este año. Con un esquema de tarifas dolarizadas, el monto cubierto por tarifa se disparó ante el aumento del 107 por ciento en el precio de la divisa, bastante por encima de la inflación. Según el análisis de distintas consultoras, los anuncios de aumentos del transporte, energía eléctrica, gas y agua explican por sí solos 5 puntos de inflación para el primer semestre de este año, sin contar el impacto de los tarifazos en la estructura de costos en la producción.