Es una verdad universalmente conocida que Jane Austen continúa despertando pasiones entre su imperturbable séquito de fans, para siempre encantado por las heroínas –Elizabeth Bennet, Elinor Dashwood. obviamente Emma Woodhouse– que la autora supo obsequiar. Pero pocas más leales que las integrantes de la Jane Austen Pineapple Appreciation Society, grupo brit que no solo se reúne para discurrir sobre el trazo cínico y subversivo de la inoxidable escritora: las Janeites, como gustan llamarse, están tan comprometidas que, una vez al año, rentan una mansión de antaño para dar curso a un encuentro de 10 días donde visten primorosos trajes de la era de la Regencia, y así empilchadas asisten a bailes temáticos, hacen picnics y juegan a las cartas, comparten siestas, largas caminatas. Pues, tiempo atrás, de casualidad, la fotógrafa barcelonesa Alejandra Carles-Tolra se topó con el grupo en un parque de Bath, y quedó intrigada: ¿por qué romantizarían los inicios del siglo XIX? En pos de respuesta, hizo buenas migas con ellas y así pudo acompañarlas y fotografiarlas, creando la premiada serie de imágenes Where We Belong, que a decir de la fotógrafa “explora temas como el sentido de pertenencia, el escapismo, la feminidad”. Acompañándolas, descubrió Alejandra que estas mujeres –que en el día a día trabajan como médicas, cantantes de ópera, bioquímicas, editoras– no pretenden recrear la época: la precisión histórica cae por la ventana al verlas lucir sus modelitos mientras mandan mails en sus laptops o, claro, usan el celular. Tampoco sueñan con haber nacido en el siglo XVIII: “Si les preguntás, te van a decir que ¡ni locas!, las mujeres no tenían derechos en aquel entonces, no existían las vacunas ni las toallitas femeninas... Sencillamente, se reapropian de lo que sí les gusta de esa época, acaso porque no se sienten ciento por ciento cómodas con las normas sociales de la actualidad”.