De regreso a Roma, después de tres días de visita a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el papa Francisco admitió la posibilidad de que el Vaticano contribuya al diálogo en Venezuela, pero advirtió que “para que se haga una mediación, se necesita la voluntad de ambas partes”. Jorge Bergoglio habló del tema con los periodistas que lo acompañaron en el avión en su regreso a Roma desde Abu Dabi.

Francisco admitió que él conocía la existencia de la carta de Maduro antes de partir el domingo hacia la península arábiga, peso a lo cual aún no tomó contacto con el texto de la misma.

Según lo consignan los corresponsales que formaron parte la comitiva papal el pontífice dijo, en respuesta a una pregunta específica sobre el tema, que “en general hay pequeños pasos, el último es una mediación; son pequeños pasos iniciales, facilitadores, pero no solo por parte del Vaticano, sino de toda la diplomacia, acercarse a uno y al otro para poner en marcha posibilidades de diálogo. Así funciona en la diplomacia”.

Ahora el Papa se mostró dispuesto a la posibilidad de la mediación. “Veremos qué se puede hacer” dijo, para insistir de inmediato en que “para que se haga una mediación, se necesita la voluntad de ambas partes”. Hasta el momento se desconoce la reacción Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela. Tampoco hubo declaraciones al respecto de miembros del equipo que secunda a Guaidó.

Se sabe que, aun antes de la nota de Maduro, el Vaticano siempre estuvo activo en la búsqueda de alternativas diplomáticas para la difícil situación venezolana y desde Panamá, unas semanas atrás, el mismo Francisco hizo un llamado al diálogo y mostró su preocupación por la violencia. Sin embargo, hasta el momento no se había planteado de manera directa la posibilidad de una mediación vaticana.

“Las condiciones iniciales son claras: que las partes lo pidan, siempre estamos disponibles”, dijo ahora Bergoglio. Y ejemplificó señalando que es “como cuando la gente va a ver al cura porque hay un problema entre marido y mujer: va uno, ¿y la otra parte, viene o no viene? ¿Quiere o no quiere?”.

Subrayó después que “siempre se necesitan ambas partes”. Y, en tono más general, el Papa afirmó que “esta es una condición que los países deben tener en cuenta antes de pedir una facilitación o la presencia de un salvador o una mediación. Ambas partes, siempre”.

En un comunicado conjunto difundido ayer por Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela (Conver) y el Consejo Nacional de laicos de Venezuela (CNL), la iglesia católica de ese país solicitó “un cambio político a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que lleve a elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho, la reconstrucción del tejido social, la producción económica, la moral en el país y el reencuentro de todos los venezolanos”. En la misma ocasión los obispos y representantes de la iglesia dijeron que “al asumir esta ruta de transición hacia un proceso electoral, urge hacerlo de forma pacífica y con los instrumentos presentes en la Constitución Nacional, para evitar mayores sufrimientos y dolores al pueblo”.

En el mismo documento se afirma que “es moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los derechos humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas” y se solicita que “sean concedidos los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”.

Juan Guaidó se había reunido el 1º de febrero con el presidente de la CEV, obispo José Azuaje, y los vicepresidentes, obispos Mario Moronta y  Raúl Biord, en la sede del organismo episcopal.

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