Se estima que decenas de miles de personas en todo el mundo se han sometido a estos procedimientos, que en Estados Unidos ya están catalogados como “boom”: más de seiscientas nuevas clínicas surgieron en todo el país de 2014 a esta parte. 

Hace poco más de un mes, The New York Times reportó que doce personas terminaron hospitalizadas después de someterse a tratamientos de este tipo. En una clínica privada de California llamada Genetech recibieron inyecciones en rodillas, hombros y columna vertebral que supuestamente contenían células madres provenientes de donaciones de sangre de cordón umbilical y terminaron en terapia intensiva. Las promesas eran la cura de la artritis y de lesiones en las articulaciones pero terminaron contrayendo infecciones. A pesar de eso, hasta ahora, Genetech sigue operando. 

Este tipo de clínicas esquiva las pautas de la entidad estadounidense encargada de las regulaciones en esa materia, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), con la excusa de que, en rigor, no ofrecen medicamentos ni alimentos. A partir de ese caso de las doce personas hospitalizadas, se supo que la FDA está investigando por lo menos a otras veinte clínicas similares.