“Se ha perdido la confianza con algunos sectores empresarios que tienen que dar respuesta porque había un acuerdo político de cuidar el nivel de empleo”, lanzó ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, al referirse al abierto incumplimiento del “compromiso” firmado el año pasado por las principales cámaras empresarias para frenar despidos hasta marzo. El pacto alcanzado en el marco de la Mesa de Diálogo, el espacio que ayer fue abandonado por la CGT, había sido impulsado tras el veto a la ley que suspendía los despidos sin causa y duplicaba las indemnizaciones durante un período limitado. Ese acuerdo fue renovado en noviembre, pero otra vez quedó en la nada en poco tiempo. El malestar de Triaca, sin embargo, no movió su posición respecto de la cuestión de las paritarias. “Tiene que haber una negociación en la que se refleje la realidad de la economía”, sostuvo el funcionario al referirse a las negociaciones salariales en las que la Casa Rosada pretende imponer un techo en línea con su meta de inflación del 17 por ciento. “En el caso de que no acertemos en el pronóstico hay una cláusula gatillo. Tenemos que adecuarnos a los nuevos momentos, bajamos la inflación y resolvimos Ganancias”, sostuvo al cuestionar la recalentada paritaria en el sector bancario (ver página 4).

“Había un acuerdo político de cuidar el nivel de empleo. Hay que señalar con nombre y apellido a quienes no han cumplido. Hay algunos (empresarios) que no dejan de hacerse los vivos, como pasa con dirigentes gremiales, o dirigentes sociales, o con la política, con los que no valoran el esfuerzo común que estamos haciendo”, expresó Triaca. Al cierre de fábricas como Banghó, Pampero. Textil Neuquén, Alpargatas, TN Platex, Georgalos, Herzo y Cerámica San Lorenzo, en la cartera laboral le contraponen un renovado relato sobre los brotes verdes en la economía. “Si uno mira los datos del empleo del año pasado, se empiezan a contrarrestar los meses que fueron dificultosos de principios del año pasado con los datos de los últimos meses”, expresó en una entrevista con Radio Mitre. Desde comienzos de enero el funcionario asegura que el empleo está recuperándose pero las estadísticas laborales oficiales no acompañan sus afirmaciones. Los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) muestran a lo largo de los últimos meses que el proceso de destrucción masiva de empleo asalariado registrado tocó el freno, pero esos datos no exhiben indicios de una recuperación como la que promociona la Casa Rosada.