El ciclo de Gustavo Alfaro en Boca tuvo su punto más pronunciado, en la mejor producción del equipo en este 2019. La victoria 3-0 ante San Lorenzo le permite tomar impulso para el próximo compromiso por la Copa Libertadores, el martes. Del otro lado, el conjunto de Jorge Almirón se hunde en todos los aspectos.

Boca salió a jugar con determinación, y con la idea bien clara de lo que tenía que hacer. La contracara era San Lorenzo, que afronta un presente plagado de dudas y falta de convicción. La disputa del juego se trasladó rápidamente hacia el campo visitante, y Boca utilizó el sector derecho para encontrar el desequilibrio. Villa desbordaba por allí cada vez que se lo proponía, y Damián Pérez era el que lo padecía.

El gol de Boca llegó rápido, a los 4, pero la jugada llegó por derecha. Reynoso ganó la pelota en el medio, se la dio a Zárate, quien se trasladó hacia el medio y convirtió con un remate cuando ubicó la pelota al lado del palo más lejano de Monetti, que se quedó estático.

San Lorenzo no podía llegar con riesgo al área de Andrada, y encima cuando Boca recuperaba la pelota tenía espacios para golpear de contraataque. Abila tuvo una gran oportunidad para aumentar la diferencia, pero la pelota salió al lado del palo. La primera acción profunda de San Lorenzo apareció a los 35, con un tiro de Reniero en el que Andrada respondió bien.

Boca bajó la intensidad de su fútbol al final de la primera parte, y como San Lorenzo no tenía herramientas para tomar la iniciativa, el desarrollo se hizo aburrido. Lo que despertó al publico en el final fue un cabezazo de Senesi que se estrelló en el travesaño.

Boca volvió a salir con decisión a jugar el complemento y a los 30 segundos Villa remató cruzado y la pelota dio en el palo. El problema principal de San Lorenzo es que no cuenta con un armador de juego claro. Román Martínez es muy intermitente, y entre Fértoli y Castellani no terminan de acompañar con aciertos. Blandi quedaba aislado y Reniero, comido entre los defensores locales.

El partido se comenzó a definir a los 64 cuando Nández se metió en el área chica para marcar el segundo gol, al conectar un envío de Reynoso desde la izquierda. Los problemas para San Lorenzo continuaron cuando Monetti recibió la expulsión en una patada sobre Abila. El árbitro Tello, insólitamente, no cobró penal. Con un hombre más, Boca se adueñó de la pelota y controló todo hasta el final, cuando llego el tercer gol, convertido por Villa.