A tono con los tiempos de Cambiemos en el poder, la Justicia platense desempolvó una causa dormida hace dos años y detuvo sin notificación de procesamiento ni orden de allanamiento a cuatro referentes de una agrupación gremial que habían encabezado una protesta por mejoras en las condiciones laborales y contra los despidos de choferes de una línea de colectivos de La Plata. Las detenciones se concretaron horas antes de la movilización de la CGT que tuvo en La Plata una masiva respuesta, y por ello es interpretada como “un amedrentamiento” contra la militancia sindical.

Los detenidos son los choferes Sebastián Mac Dougall, Emanuel Lazzaro, Pablo Varriano y Luciano Fiocchi, integrantes de la Agrupación El Bondi. La orden la libró la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 7, a cargo de Virginia Bravo, en una causa bajo la figura de “daños” que se les había abierto en marzo de 2017 pero que, con el paso del tiempo, sugestivamente empeoró a “coacción agravada en concurso material con daño agravado”, que no tiene excarcelación ordinaria y prevé hasta 15 años de prisión.

El origen de esta causa es, por lo menos, llamativo. Mac Dougall, Lazzaro, Varriano y Fiocchi eran choferes de la línea 307, que en 2016 fue comprada por Linea Este, de Expreso La Plata SA, propiedad de Osmar Corbelli, un empresario que tiene en sus manos más de la mitad de los micros de esa ciudad. Luego del traspaso, “los choferes trabajaban turnos de hasta 16 horas, no tenían condiciones sanitarias óptimas y comenzaron a sufrir una serie de sanciones ilegales y despidos, tras lo cual se organizaron”, relató a Página/12 Eduardo Curuchet, abogado de los detenidos.

El conflicto derivó en 2016 en una toma de la terminal ubicada en Ruta 11 kilómetro 8 de La Plata, que fue violentamente desalojada por las fuerzas de seguridad. Luego, los trabajadores presentaron una denuncia que obtuvo un fallo judicial favorable pero tras las cuales “recrudecieron las malas condiciones y las represalias”, describió el abogado.

Al año siguiente, el 16 de marzo de 2017, hicieron una masiva protesta en la Plaza San Martín, en pleno centro de La Plata. Hubo marchas y piquetes. De esa fecha data la causa judicial por la que esta semana fueron detenidos los cuatro dirigentes.

La denuncia había sido presentada ese día por un chofer de la línea 520 y cuya identidad no fue brindada. Dijo que, en medio de un embotellamiento, cuatro personas le pincharon las ruedas traseras y que, cuando él bajó a ver qué pasaba, subieron al colectivo y robaron sus pertenencias y las llaves del coche.

“Nunca tuvimos conocimiento de esa causa” y “nada de esto está probado”, aseguró Curuchet, quien luego de hacer las averiguaciones del caso se enteró de que “el año pasado hubo una ronda de testigos en la que se los habría identificado (a Mac Dougall, Lazzaro, Varriano y Fiocchi) pero nunca se los comunicó de nada”.

Luego “la causa quedó dormida hasta que en marzo de este año la fiscal pide detención, y el juez (de Garantías 2 Jorge Moya Panisello) se la da inmediatamente”, agregó. Las detenciones fueron “orquestadas simultáneamente por la DDI de La Plata”, un día antes de la marcha por la Unidad, la Producción y el Trabajo convocada por la CGT y a la que adhirieron las dos CTA y la gran mayoría de las centrales obreras.

Varriano, el único de los imputados que aún se desempeña en la Línea Este, fue detenido sorpresivamente en la empresa. A dos de sus ex compañeros, Mac Dougall y Lazzaro, fueron a buscarlos a sus domicilios, donde “la policía ingresó sin orden de allanamiento”. Fiocchi, enterado de todo y luego asesorado, se presentó espontáneamente en la fiscalía.

A través de un comunicado, los trabajadores de la Línea Este denunciaron el carácter “irregular del proceso de detención” y manifestaron su “profundo repudio y preocupación por la sorpresiva” medida de “amedrentamiento” que recayó en sus compañeros, a los que se refirieron como “presos políticos”.

Curuchet, por su parte, centró la sospecha en “la energía inusitada con que fue impulsada la causa” por parte de la Justicia platense. “La empresa había llegado a un acuerdo de retirar las causa penales y dar por saldado el conflicto. Nuestra lectura es que se venía la protesta del 4 de abril y había que dar un mensaje de disciplinamiento al sindicalismo. Es un apriete del Poder Judicial que dos años después decidió actuar de oficio; si no, no se explica este ensañamiento”, sostuvo el representante legal de los trabajadores detenidos.

Las denuncias por “las irregularidades” del caso serán presentados durante una conferencia que los trabajadores de la Línea Este realizarán el lunes a las 11:30 en el anexo de la Cámara de Diputados bonaerense, y asistirán legisladores y dirigentes de derechos humanos.