Uno de los proyectos más actuales de Gabo Ferro es Loca, un concierto en el que revisa parte del repertorio de las canciones porteñas de 1920 y 1930. Nombres como Rosita Quiroga, Azucena Maizani, Ada Falcón, Tania, Libertad Lamarque, Sofía Bozán, Tita Merello y Mercedes Simone; artistas que en escena y en los orígenes del tango se vestían como varón y hasta enunciaban en masculino. Y más tarde “empezaron a hacerse responsables de su femenino”, explica el también historiador. “Pero la primera trampa en la que uno cae es creer que se trata de ‘la voz de la mujer’. Pero no, atenti, porque los autores de las letras son varones. Entonces, es la mujer ideal pensada por los varones que la mujer encarna. La mujer en espera, la mujer en suspensión, solo exclusiva para el hombre aunque él no aparezca nunca”, detalla Ferro. “Y descubrí también que vendían chorreras de discos, hacían giras enormes y manejaban los programas de radio. Y hasta que entraron los dúos de varones a mediados de la década del 40, ellas eran las que mandaban en el mercado. Por supuesto, con Gardel. ¿Y quién sabe eso? ¿Por qué esto no está divulgado?”, resalta, y cuenta que ya tiene un disco grabado con este repertorio, pronto a editarse.