Después de recibir durísimas críticas, Donald Trump finalmente se desdijo y afirmó que si recibía información extranjera sobre sus oponentes electorales, lo denunciaría “al FBI, al fiscal general o a alguien así”. El presidente norteamericano había dicho que no veía por qué tenía que hacer la denuncia “si un país extranjero, Noruega..., te trae mugre sobre tus rivales”. Trump hasta explicó por qué no haría la denuncia al FBI: “Nadie hace eso en el mundo real. ¿Quién llama a los federales?” La oposición interpretó el comentario de esta semana como una abierta invitación a Rusia, y no a Noruega, a repetir la interferencia en las elecciones de 2016, que ganó Trump. La líder de la oposición demócrata en Diputados, Nancy Pelosi, dijo que la frase presidencial mostraba que Trump “ya no sabe distinguir entre bien y mal” y “está involucrado en una conspiración criminal”. Pintorescamente, el presidente dijo que la diputada “es una fascista” que “debería avergonzarse de lo que anda diciendo”. Trump no respondió a las críticas de otros republicanos, que se distanciaron de él diciendo que ellos sí harían la denuncia. Tampoco volvió al tema de que el propio director del FBI, Christopher Wray, dijo repetidamente que todo intento de contacto de una potencia extranjera con un funcionario debe ser denunciado. “Se equivoca”, había sido la lacónica respuesta del presidente cuando le citaron al jefe de los federales.