Sandra Abalos, de 41 años, falleció el sábado en el Hospital Muñiz, pero sus deudos no pudieron retirar su cuerpo, porque por un increíble error fueron entregados a otra familia, que realizó el velatorio a cajón cerrado y la sepultó en el cementerio de Monte Grande. En diálogo con PáginaI12, el director general de Hospitales del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Auger, confirmó lo que calificó como un “grave error”, por el cual tuvo que presentar su renuncia al cargo la directora del establecimiento de salud, Mabel Nogueras, a la vez que “se abrió un sumario para determinar la responsabilidad que pueden haber tenido cuatro integrantes del plantel profesional, que por el momento han sido suspendidos en sus funciones hasta que termine la investigación”, en la que intervino la justicia, que ahora debe ordenar la exhumación del cuerpo enterrado por error.

“Estamos muy consternados, este fue un hecho muy grave porque está en medio el dolor de las familias, separamos de su cargo a cuatro personas involucradas y a la directora del hospital le pedimos la renuncia, que presentó de inmediato y fue aceptada”, le dijo Auger a PáginaI12. El funcionario señaló que “las dos familias habían identificado a sus seres queridos, pero por error se le entregó a la cochería un cadáver a la familia equivocada”. La situación ahora es que una familia, la de Abalos, tiene que recuperar el cuerpo de su ser querido, mientras que la otra, que había realizado el velatorio de una mujer de 53 años,  a cajón cerrado porque la muerte se produjo por una enfermedad contagiosa, tiene que volver a realizar los gastos del sepelio y no tiene dinero para hacerlo.

El insólito hecho fue difundido por los familiares de Sandra Abalos, quien murió el sábado a las cinco de la mañana, luego de haberse internado en la guardia y luego llevada a terapia intensiva, por una neumonía. Daniela, prima de Abalos, le dijo a este diario que que tras el fallecimiento “identificamos el cuerpo pero mientras hacíamos los trámites para la entrega ingresó a la morgue del hospital otro cuerpo que también era reconocido por sus familiares”.

“En forma increíble, no era el cuerpo de Sandra, que fue entregado a la otra familia, que la veló a cajón cerrado, y la enterró en el cementerio de Monte Grande, en el partido bonaerense de Esteban Echeverría”. Desde ese momento la familia reclama una orden de exhumación del cuerpo de Sandra “pero no tenemos respuesta ni de parte del hospital, ni de la Fiscalía, ni del un juez que tiene que ordenar que se haga la exhumación en forma urgente”, recalcó la prima de Abalos. Las cosas tardaron en salir a la luz porque “el fin de semana largo complicó la situación” y “nos tuvieron dando vueltas y vueltas con explicaciones que no tenían ningún fundamento, hasta que finalmente uno de los médicos nos dijo en forma confidencial que era evidente que ‘alguien se había mandado una cagada’”.

Mónica, hermana de Sandra Abalos, dijo que la mujer, que tiene una hija de 19 años, “tenía un turno para hacerse un eco dopler (un examen para determinar el nivel del flujo sanguíneo),  pero el jueves 4 la atendieron por guardia y le dijeron a mi mamá que la dejaban internada porque no estaba bien. Quedó en terapia y el sábado a las 5  de la madrugada hizo un paro, del cual pudo salir. Pero al rato hizo un segundo paro y no la pudieron sacar”.

Mónica contó que los llamaron “a las 5 de la mañana para decirnos que vengamos a las 8 a reconocer el cuerpo. Ahí la médica nos informó lo que había pasado y que vayamos a la administración para hacer los trámites. Tuvimos que autorizar el traslado a provincia y nos mandaron al cementerio de la Chacarita, pero cuando llegamos era tarde y nos dijeron que eso lo podía hacer la cochería”.  Pero al drama de la muerte de un familiar, el domingo se agregó una película de terror. “Cuando fuimos a la morgue a retirar el cuerpo nos  dijeron que tenía que esperar porque los cadáveres no estaban rotulados. Pero nosotros les pedimos que  apuraran el  trámite y los trabajadores nos mostraron un cuerpo que no era el de Sandra: ella era flaquita y la mujer de 53 era alta, de cuerpo robusto, de manera que no había posibilidad de equivocarnos”. En ese momento fue que alguien reconoció que “se habían mando una cagada muy grande porque se habían equivocado de cuerpo”.

“En el hospital nos dijeron que hagamos la denuncia. Lo hicimos y tomó el caso el fiscal de turno, pero como hay que exhumar el cuerpo eso se va a poder hacer recién el miércoles. Y es un drama esto, porque nosotros queremos que se haga cuanto antes, porque ya no podemos aguantar más este dolor”. Por otro lado la otra familia afectada, que enterró a Sandra por error, no pudo recuperar a su familiar de la morgue porque le exigen pagar nuevamente los gastos la funeraria.