En el bunker de Roberto Lavagna se acumulaban datos propios para definir, aún sin números oficiales, pasadas las 21.30, si logran superar los dos dígitos en las PASO para "estar competitivos rumbo a octubre”. Aunque temprano circulaban críticas moderadas a la empresa Smartmatic, encargada del escrutinio provisorio, un rato después el lavagnismo fue el primero en salir a cuestionar al Gobierno por la falta de datos oficiales y la caída del sistema de la empresa venezolana.

Casi dos horas después de cerrada la votación, los candidatos bonaerenses del lavagnismo salieron a dar algunos detalles de sus expectativas. “Estamos competitivos rumbo a octubre”, dijo Graciela Camaño, la cabeza de candidatos a diputados bonaerenses, sin aportar datos propios. Una frase que, lo saben quienes siguieron las campañas del Frente Renovador, la diputada acostumbra repetir. A su lado, el candidato a gobernador de la fuerza, el ex randazzista Eduardo “Balli” Bucca, se limitó a agradecer a los ciudadanos bonaerenses y a sus fiscales. Las respuestas a las preguntas quedaron exclusivamente a cargo de Camaño.

En el bunker del NH City, a metros de Plaza de Mayo, las expectativas iban desde el optimismo de quienes consideraban que se podían superar los dos dígitos en la votación nacional hasta quienes consideraban que a esa hipótesis había que verificarla con los datos finales. Buscaban hacer un mix de sus mesas testigos –pocas en comparación con las dos principales fuerzas en disputa--, las ajenas y los datos que le llegaban desde alguna provincia para tratar de ver “donde estaban parados”.

Sin datos, el primer tema que se planteó fue la actuación de Smartmatic, la compañía de origen venezolano pero con sede en el Reino Unido que contrató el gobierno nacional para realizar el escrutinio provisorio. Primero Camaño intentó volver a diferenciarse de oficialistas y kirchneristas y se identificó con “los que no están en la brecha”. Sin nombrarla y solo llamándola “la empresa”, Camaño sostuvo que denunciarían “dos irregularidades” detectadas por sus fiscales informáticos.

La primera: los fiscales informáticos detectaron que en los dos centros generales de la carga de datos del Correo Argentino (en Monte Grande y Barracas), que “antes de quitarle la faja de seguridad al software” para habilitar la carga “verificaron que ya había 20 mesas cargadas”, por lo que sus fiscales no firmaron el acta para el inicio de la carga de los votos.

La otra fue en el interior del país. Según Camaño, “la empresa” no estaría cargando los datos sobre los votos para los candidatos a diputados nacionales por la provincia de Corrientes. Y que sus empleados sólo tomaban los datos del oficialismo local alineados con Juntos por el Cambio.

También hubo denuncias de otro tenor y la diputada apuntó a las autoridades del Correo Argentino. Primero porque recibieron muchas denuncias en territorio bonaerense, que las urnas que llevó el Correo a los lugares de votación no tenían las boletas de Consenso Federal “para el inicio del comicio”. Un tema, apuntó Camaño, “difícil de subsanar rápidamente si no se tiene una estructura de fiscales como otras fuerzas políticas”.

La diputada explicó que Consenso Federal había llevado, como corresponde, las boletas al Correo. “Hay que respetar lo que los argentinos decidan, no si un funcionario del Correo descarta las boletas de un candidato”, sentenció Camaño. La irregularidad había sido señalada en varios municipios bonaerenses, pero en especial en Bahía Blanca, donde la Justicia Electoral no convalidó el candidato local de la alianza electoral.

La otra fue lo que Camaño definió como “la animadversión de los fiscales de Cambiemos” para con Consenso Federal. La diputada dijo que en las escuelas “les robaban o daban vuelta las boletas” en los cuartos oscuros.

 

Una hora después, pasadas las 21, la moderación de Camaño se dio por tierra. Alejandro “Topo” Rodríguez, el jefe de campaña del lavagnismo, fue el primero a salir a denunciar públicamente que “el sistema de Samarmatic” se había caído en todo el país. Rodríguez se refirió a “la irresponsabilidad” del Gobierno por cambiar las reglas de juego durante el partido. Luego se refirió a que en “un futuro” el “Ejecutivo no haga el recuento de nada porque es parte de la disputa” y que el escrutinio provisorio también pase a manos de la Justicia Electoral. “Es un mal momento esperemos que no se constituya en algo peor”, dijo Rodríguez sin, todavía sin datos oficiales.