Referentes de gremios santafesinos salieron ayer al cruce de las declaraciones de Rubén Michlig, uno de los hombres de confianza del gobernador electo Omar Perotti, quien dijo a Rosario/12 que la cláusula gatillo "no tiene una vigencia eterna", poniendo en duda su continuidad a partir del 10 de diciembre. El titular de Sadop Rosario, Martín Lucero, afirmó que los dichos del ex ministro coordinador "son improcedentes e inoportunas". Según Lucero, "hacer proyecciones a seis meses es muy aventurado, no lleva tranquilidad". Además de rechazar cualquier intento de revisión de la cláusula gatillo hasta la próxima paritaria, Gustavo Terés, secretario de Amsafé Rosario, pidió que se adelante para equipararla con la de los municipales. "Vemos con mucha preocupación estos discursos anticipatorios, que no son para avanzar en una mejora para evitar que los trabajadores sigamos perdiendo ingresos, si no para ser parte de una dinámica de ajuste", agregó. "Está claro que la cláusula gatillo tiene que mantenerse, y vamos a tener que discutir con las nuevas autoridades, no solamente la política salarial si no toda la política educativa", dijo Javier Almirón, secretario Gremial de Amsafé provincial.

La continuidad de la cláusula gatillo para los salarios de los trabajadores de la provincia, acordados en las negociaciones paritarias, se convirtió en el centro de debate. Los primeros en señalar las dificultades, debido a la corrida cambiaria y los anuncios de nuevas medidas económicas de la semana pasada, fueron el gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de Hacienda, Gonzalo Saglione, quienes admitieron que debía reabrirse la paritaria con los gremios para discutir nuevamente la política salarial.

En la edición de ayer, Michlig dijo a este diario que la cláusula gatillo "fue una solución estos dos últimos años donde la recaudación estaba incluso por arriba de la inflación y eso generaba una base de tranquilidad en los trabajadores, estuvo bien aplicada. El escenario que viene será distinto, lo que no quiere decir que no sea con cláusula gatillo".

Las declaraciones del ex funcionario provincial, integrante de la mesa de transición peronista, fueron rechazadas por Lucero, titular de los docentes privados santafesinos: "La semana pasada los salarios tuvieron una devaluación brutal. Todo lo que dijo Michlig hoy (por ayer) termina generando mayor ansiedad en la gente. La cláusula gatillo no es una cuestión voluntaria, se discutió en paritarias. Cualquier modificación salarial se tiene que discutir ahí. Tienen que esperar a asumir, llamar a la negociación paritaria y ver cuáles son los planteos que se den de acá a seis meses, hacer esa proyección en ese país es muy aventurado".

Lucero consideró que la situación económica es compleja, pero el rol de los gremios es el de no permitir que el ajuste lo paguen los trabajadores. "Si hay que ajustar por algún lado que no sea sobre el sueldo de los que laburan. Esto nos parece terrible, porque habiendo un montón de situaciones posibles, en los medios solamente aparecen la Caja de Jubilaciones y la continuidad de la cláusula gatillo, nos llama la atención", apuntó.

Terés dijo que nadie puede ignorar el impacto que tuvo el golpe de mercado y la devaluación un día después de las Paso: "Tiene consecuencias, y las víctimas son el pueblo trabajador y los sectores más vulnerables, y entendiendo también que las variables de la economía van a seguir empeorando. A nuestro entender, los caminos de salida no son por profundizar el ajuste. En todo caso, si hay que discutir quién se ajusta los cinturones son los sectores de poder, del capital especulativo, que en nuestra provincia tienen ganancias significativas".

El titular de Amsafé Rosario pidió el adelantamiento de la cláusula gatillo y equipararla a la de los trabajadores municipales que la cobran a mes vencido. "La estamos cobrando dos meses después y con una inflación que se está desbocando", agregó Terés, quien anticipó que en los próximos días mantendrán una reunión junto a dirigentes de Siprus, ATE y municipales para plantear un aumento de emergencia.

Desde Amsafé provincial señalaron que la cláusula gatillo tiene que mantenerse y discutirán con las nuevas autoridades, no sólo la política salarial si no toda la política educativa que incluye la inversión en infraestructura escolar por el estado de deterioro de las escuelas. "Entendemos que la situación financiera de la provincia no es la mejor, pero el gobierno que viene tendrá que ver de dónde se generan los recursos para afrontar esta situación, a qué sector le va a pedir un mayor esfuerzo impositivo", indicó Almirón.

 

Por su parte, el secretario General de ATE Santa Fe, Jorge Hoffmann, recordó que "es un instrumento que estará en vigencia hasta fin de año, veremos que pasará el año próximo, vamos a estar en un escenario totalmente distinto al actual desde lo económico, habrá discusiones salariales en ese futuro".