En la segunda audiencia del juicio por la transmisión masiva de pacientes con VIH y hepatitis C en la Fundación de la Hemofilia, uno de los acusados aseguró que se trata de una causa "armada con papeles de diario, publicaciones periodísticas y pruebas extemporáneas".  El objetivo, añadió, sería "manchar a la Fundación".

Al prestar declaración indagatoria ante el juez Fernando Machado Pelloni, del Tribunal Oral Federal 3, el abogado Eduardo Viedma desestimó la acusación por los contagios ocurridos entre 1979 y 1991 por transfusiones de sangre contaminada. Además de Viedma, por el caso están siendo juzgados los médicos Miguel Tezanos Pinto Pedro Pérez Bianco.

"No se investiga a los organismos públicos y se procesa a dos médicos y un abogado", señaló el abogado Viedma, que añadió que los controles correspondían a los "organismos públicos".

Viedma, padre de tres hijos hemofílicos, remarcó que, cuando se descubrió lo ocurrido, la Fundación "creó una sección de hepatología, brindó atención gratuita y sin cargo para análisis y tratamiento".

Además sostuvo que a la época del contagio, él se ocupaba de recolectar fondos con torneos de golf y té canasta para solventar los gastos de la Fundación. "Nada está probado, no se actuó sin el debido cuidado y no se entregaron concentrados a sabiendas de que estaban infectados", aseguró.

Viedma también cuestionó la acusación porque, dijo, se basó en una auditoría hecha por el PAMI en el 2001 a raíz del reclamo de una deuda impaga por parte de la Fundación que llevaba un año y medio. "El PAMI intentó justificar el no pago con incumplimientos", argumentó.
Con la declaración de Viedma, el tribunal dio por terminadas las indagatorias, por lo que dará paso a las declaraciones de los testigos.