El Grupo Octubre inauguró el viernes el Espacio Pedagógico de Primera Infancia (EPPI) Octubrit@s, un lugar de desarrollo integral y gratuito para los hijos e hijas de las trabajadoras y los trabajadores del Suterh y Grupo Octubre y de los estudiantes de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), del Instituto Superior Octubre (ISO) y del Centro de Formación Profesional (CFP). Este proyecto tiene como objetivo que los las madres y padres puedan desarrollar sus estudios y trabajo mientras que sus hijos e hijas están contenidos y acompañados por profesionales especializados.

El EPPI está dirigido a niños y niñas entre 45 días y dos años. Cuenta con salas diferenciadas para bebés desde los 45 días hasta que logran adquirir la posición sentada y para bebés desde los seis meses hasta que caminan o deambulan con facilidad. El EPPI funciona en Balvanera, en la parte delantera de una casona estilo Tudor recuperada y reciclada sobre la calle Ayacucho. Pero para noviembre está previsto que comience a funcionar una segunda sede en el barrio de San Telmo.

El viernes, Victor Santa María, secretario general del Suterh, Gisela Marziotta, candidata a vicejefa porteña por el Frente de Todos, Nicolás Trotta, rector de la UMET, Laura Sirotzky, rectora del ISO y Patricia Rodríguez, coordinadora médica - área de operaciones médicas, dejaron inaugurado el primer espacio del proyecto. “Creemos que es un paso fundamental hacia la real igualdad de género, no sólo porque como es sabido, las tareas de cuidado dentro de los hogares recaen principalmente en las mujeres, sino porque la dificultad de acceso a espacios de calidad destinados a la primera infancia es aún mayor para el sector trabajador”, señaló Santa María.


Marziotta recordó que “en la ciudad de Buenos Aires existe desde hace tiempo un déficit en la oferta educativa pública de gestión estatal, sobre todo en el nivel inicial” y que “el sistema de inscripción online instaurado por el gobierno porteño reactualizó esta problemática”. Por ese motivo, en relación a la provisión de cuidado, han cobrado protagonismo las distintas organizaciones sociales y comunitarias que, a nivel local, brindan redes de apoyo especialmente en situación de pobreza e indigencia.

El EPPI, justamente, busca ser un espacio que permita compatibilizar crianza -el sentido más amplio del término-, lactancia, trabajo y estudio, garantizando así el derecho al cuidado pero también el derecho a la educación.