Edgardo "Gato" Andrada fue uno de los arqueros más reconocidos en Central, con un lugar destacado en la memoria y la pasión canaya. Pero todo cambió cuando en 2011 un juez federal lo citó a declarar por su pasado como servicio de inteligencia del Ejército durante la última dictadura: puntulamente por su responsabilidad en la desaparición de los militantes montoneros Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereira Rossi, ocurrido en Rosario en 1983, cuando las fuerzas armadas casi dejaban el poder. De aquella situación judicial salió airoso gracias al favor del juez Carlos Villafuerte Ruzo. Ayer el diario La Capital de Mar del Plata informó su deceso, en aquella ciudad del costa atlantica, a los 80 años.

Entre los documentos que probaron en ese tiempo su pertenencia al sistema de espionaje podía leerse este:"Su figura de ex arquero de Rosario Central, concita adhesiones y confianza especialmente en los barrios de trabajadores lo cual facilita su penetración al objetivo impuesto. Si bien su edad supera el límite establecido, su potencialidad de penetración y capacidades personales, hacen sumamente beneficiosa su integración a esta unidad, viéndose justificada la proposición de su nombramiento". El texto pertenece al legajo de Edgardo Norberto "Gato" Andrada, agente de inteligencia del Destacamento 121 entre 1981 y 2000. En el mismo hay varias frases impactantes: Al calificar su desempeño entre mayo y octubre de 1983 el capitán Víctor Hugo Rodríguez dijo que "PCI (Personal Civil de Inteligencia) posee una variada red de informantes. Es de destacar su espíritu de colaboración y contracción al trabajo. Trabaja con dedicación exclusiva".

El 13 de mayo de 1983, Cambiaso y Pereyra Rossi fueron secuestrados del bar Magnum de Córdoba y Ovidio Lagos. El entonces fiscal federal de San Nicolás Juan Patricio Murray habia pedido su citación después de haber reunido esas pruebas.

El legajo de Andrada -microfilmado y analizado por la justicia- arroja varias "perlas": su apellido y nombre de cobertura era Antelo Eduardo Néstor, con fecha de alta noviembre de 1981, cargo Agente "S".

"Lo presentó el Teniente Coronel Jorge Roberto Diab del Servicio de Inteligencia del Ejército (brinda como domicilio Oroño 885) el 25 de agosto de 1981. Lo conoce desde el año 1975 por tener amistad. Andrada jura guardar lealtad y fidelidad a la patria y guardar el secreto más absoluto en el desempeño de sus funciones y tareas ante Luis Américo Muñoz en fecha 1 de marzo de 1982".

Entre las "Conclusiones" se consigna: "con predisposición natural y/o adquirida para fuente de investigaciones y/o agente reunión ámbito político". Fechado en Buenos Aires el 27 de octubre de 1981. Firman: el interesado y el teniente coronel César Ariel Volpe.

Finalmente el 9 de noviembre de 2011, el Gato Andrada se presentó ante el juez Villafuerte Ruzo, y se abstuvo de declarar. Por entonces el magistrado también había ordenado la declaración indagatoria de Víctor "Chuli" Rodríguez, un teniente coronel retirado que preside la Asociación Sanmartiniana que cruza la cordillera de Los Andes a lomo de mula y que formaba parte del Destacamento de Inteligencia militar de entonces.

El Gato llegó acompañado de una mujer, y de su defensor oficial, Héctor "Mito" Galarza Azzoni.

-¿Qué le va a decir al juez?- le preguntó este cronista.

-Yo, nada, el juez tendrá que decirme a mí -, respondió el Gato antes de la indagatoria que no resultó tal.

A la salida, este enviado de Rosario/12 le preguntó: "¿Por qué decidió trabajar como agente de inteligencia al servicio de la dictadura siendo considerado un ídolo para muchos argentinos?; ¿está arrepentido de algo?"; ¿siente culpa por los delitos que cometió?; ¿por qué tenía tantas armas en su casa?"; "si es inocente ¿por qué no lo demuestra en lugar de quedarse callado?"; fueron algunos de los interrogantes que quedaron sin respuesta.

 

Ahora, ya definitivamente , todos ellos quedaron sin la menor respuesta.