El candidato a la vicepresidencia por Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, desplegó de nuevo toda su xenofobia, esa que había mantenido relativamente inactiva durante la campaña electoral que encabeza junto al presidente Mauricio Macri. Pichetto se quejó de la reciente disposición de la Dirección de Migraciones que le permitió volver al país a Vanessa Cuevas , la joven peruana que había sido separada de sus hijos durante siete meses por una orden de deportación nacional, a pesar de que ya había cumplido su condena en la Argentina.

 

“Hay una patologia en Argentina, una delincuente peruana narcotraficante que fue condenada a cuatro años, cumplió la condena y la expulsaron. Vendía droga, desintegraba familias y ahora como somos humanitarios, buenísimos, vamos a permitirle que vuelva para que se encuentre con los hijos mayores acá, extraordinario”, se quejó el senador, mientras el periodista Eduardo Feinmann coincidía con su discurso de odio.

Pichetto reforzó el discurso oficial que demoniza a los migrantes que viven en el país, quienes tuvieron que afrontar desde el comienzo de la gestión de Macri un decreto que complejiza su entrada al país y otras restricciones que buscan obstaculizar su radicación.

El candidato a la vicepresidencia cuestionó no sólo el accionar de la Dirección de Migraciones, que le permitió la vuelta a Vanessa por “razones excepcionales de índole humanitaria”, sino que también se mostró disconforme con los tratados internacionales de proteccción a los derechos humanos y con las leyes nacionales. “Va a volver una peruana que estuvo condenada a cuatro años por narcotráfico por una cuestion de integracion familiar. Esta mujer vendia droga a los pibes y destruia familias. Estamos enfermos en Argentina, no sé qué organismo internacional dispuso que vuelva esta mujer”, reforzó el senador.

Tal como explicó a este diario el CELS, el caso de Vanessa no es “un tema de interpretación” porque la explulsión de la mujer implicó dejar a dos niños - de 6 y 14 años- sin su madre. Eso es un “daño irreparable a sus derechos de integridad y a la protección de la familia y al derecho a la identidad de los niños”, de acuerdo a la solicitud de medida cautelar solicitada por cuatro organismos de derechos humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

 

 

“Está mal esto, todo el mundo es solidario con la peruana, es algo increible”, se quejó notablemente disgustado Pichetto ante el visto bueno de Feinmann.

 

El caso de Vanessa

Vanessa Gómez Cueva es una ciudadana peruana con más de 15 años de residencia en la Argentina. En 2013 fue condenada en un juicio abreviado a cuatro años de prisión por comercio de estupefacientes. Luego de cumplir su condena inició estudios terciarios y se recibió de enfermera.

En 2015, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) emitió la orden de expulsarla del país sin considerar su situación actual ni la existencia de sus hijos argentinos menores de edad. 

El 1º de febrero pasado, efectivos de la policía fueron hasta su casa y le pidieron que los acompañara para firmar una notificación. Gómez Cueva fue con su hijo de 2 años y dejó en casa a los otros dos. La Policía detuvo a la mujer durante dos días en una celda sin luz ni agua y luego fue deportada.

Esta semana la DNM anunció que “por razones excepcionales de índole humanitaria” se levantaba la prohibición de ingreso al país que tenía la mujer.

 

Pichetto contra los movimientos sociales y la emergencia alimentaria

En la entrevista, Feinmann en ningún momento le había preguntado a Pichetto cuál era su opinión sobre el caso de Vanessa. Fue el propio senador el que no se pudo aguantar las ganas de hablar sobre el tema, justo después de demonizar a las organizaciones sociales que están reclamando la emergencia alimentaria en medio de la crisis. 

Pichetto apuntó directamente contra los movimientos sociales y aseguró que “atrasan 70 años”. “Estos pibes quieren hacer la revolución cubana, son verdaderos disparates”, opinó sobre la propuesta de expropiación de tierras de Juan Grabois. 

El candidato a vice de Macri denunció que los “planes piqueteros, cooperativos de la pobreza, cartoneros y multinacionales del cartón” integran espacios “dirigidos a conmocionar el espacio público, a debilitar mas el gobierno”. 

En esa línea, desestimó de plano el reclamo de la emergencia alimentaria. “No tiene sentido la emergencia, la contención alimentaria está dada por toda la estructura social”, reforzó al destacar que “no corresponde” dictaminar una medida de este tipo porque “no falta la presencia del Estado, que está siempre ayudando con todo”.