Luego de pasar casi dos días tras las rejas, Gabriela B. fue llevada a su casa para cumplir prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Se trata de la mujer de 40 años que está en proceso penal por la muerte de quien era su pareja, Donato Méndez, asesinado en diciembre pasado. Tal como dio a conocer este diario en la edición de ayer, Gabriela fue imputada por el fiscal Adrián Spelta por el delito de homicidio calificado por el vínculo, pese a que negó el hecho y a que era víctima de violencia extrema, junto a sus hijos. Gabriela no sabe leer ni escribir y tuvo que padecer la prisión a pedido del fiscal, hasta que se consiguiera una tobillera que debe garantizar el Estado. La Defensa Pública asegura que en la investigación no hay perspectiva de género y organizaciones de mujeres reclaman que no se la enjuicie.