Gustavo Adolfo Ruberto Sáenz , nació en Salta el 14 de abril de 1969, para la política tomó su primer nombre y su segundo apellido y es conocido simplemente como Gustavo Sáenz.

Realizó sus estudios secundarios en el colegio Bachillerato Humanista Moderno, donde casualmente también lo hicieron los dos últimos gobernadores salteños, Juan Carlos Romero y Juan Manuel Urtubey.

Recibido de abogado en la Universidad Católica de Salta, no se le conoce mucha trayectoria en la profesión ya que desde muy joven está en la política. Sus comienzos fueron militando en el Partido Justicialista en el que llegó a ser presidente de la Juventud Peronista, a los 25 años asumió como concejal por Capital, cargo en el que sería reelecto en otras cuatro oportunidades.

Allí conocería al actual vicegobernador Miguel Isa, con el que tejería una relación de amistad e inclusive algunos califican de maestro – discípulo. De hecho, Sáenz fue parte del gabinete de Isa en la intendencia, como Jefe de Gabinete y Secretario de Gobierno, además de presidir la estratégica Cooperadora Asistencial. A pesar de encontrarse en estos últimos años en espacios políticos diferentes, siempre mantuvieron una buena relación.

En 2009 ganó la única banca de la Capital en el Senado, una elección para la que se necesitan prácticamente los mismos números que para ser electo intendente. Al año siguiente comenzaría un programa de radio “El senador y la gente”, al que supo potenciar como su herramienta de difusión e inclusive, ya de intendente, exigir a sus funcionarios que escuchen el programa desde donde bajaba directivas, sobre la base de llamados y reclamos de los oyentes. 


La reinvención

El futuro de Sáenz parecía encaminarse a ser una de las figuras mas relevantes de la política local, sin embargo, en 2013 sufrió un inesperado traspié cuando el voto castigo a la gestión de Isa se sintió fuerte en la ciudad, y el Partido Obrero, que recibió esos sufragios, hizo una elección histórica. El actual intendente, que buscaba la reelección al Senado, saldría derrotado por Gabriela Cerrano, que ganó por primera y única vez la banca para el PO.

Todo lo venturoso que se le presentaba en el horizonte cuatro años atrás, se derrumbaba inesperadamente y ponía una incógnita a su futuro. Su primera reacción fue desaparecer un tiempo de los primeros planos, enojado con la plana mayor del PJ, a la que acusó de traicionarlo. Esas dos situaciones serían claves para forjar en 2015 el mito actual del candidato a gobernador.

Tras esa breve ausencia, logró reinventarse como parte de la nueva política, a pesar de que para entonces ya llevaba 20 años seguidos en la gestión publica. Además, el portazo que pegó al PJ le dio la libertad de hacer virajes a distintos partidos sin que eso lo afecte al momento de apelar al votante.

En 2015, luego de un confuso cierre de lista, en el que se lo había inscripto inicialmente como candidato a diputado, parecía ser el convidado de piedra en una interna que los tenía a Guillermo Durand Cornejo como amplio favorito a ganar la intendencia dentro del frente que formó Juan Carlos Romero para la gobernación, con Alfredo Olmedo como vice, bajo la bendición de Sergio Massa, por entonces uno de líderes nacionales peronistas anti K. 

Allí afloraría el estilo de campaña que caracteriza a Sáenz, apelando a la emoción, a sus dotes de cantante (imitación a Sandro incluida) y renegando de lo que denomina “la vieja política”, para empezar a descontar la ventaja que le llevaba Durand, que a su vez representaba todo lo contrario, ya que su campaña era distante y se lo veía más rondando la zona del exclusivo Club 20 de febrero, que la populosa zona sudeste de la ciudad, en donde Sáenz se movía a sus anchas, fruto de años de trabajo como encargado de esa zona en elecciones anteriores.

Sin embargo, el empujón de votos necesarios para ganar la interna lo obtuvo de un sector que respondía a Miguel Isa, por entonces intendente en ejercicio y candidato a vice de Juan Manuel Urtubey y que, en teoría, apoyaba a Javier David para la comuna.

Esto se conoció a partir de un audio de Eduardo Cattaneo, en ese entonces presidente de la Cooperadora y cercano a Isa, admitiendo haber trabajado con un grupo para Sáenz. Un caso de pura supervivencia para sostener las estructuras políticas y clientelistas del isismo montadas alrededor de la Municipalidad y que Durand Cornejo había adelantado, terminaría.

Lo concreto es que luego de ganar la interna, Sáenz fue imparable y obtuvo la intendencia con, inclusive, más votos en Capital que el propio Romero, que fue apabullado por Urtubey.

La sorpresa llegaría cuando unos meses después Massa le ofreciera ser candidato a vicepresidente, luego de que otros posibles candidatos se negaran a hacer fórmula con el tigrense, al que las encuestas lo ubicaban muy por debajo en la pelea por la Casa Rosada.

Finalmente la aventura nacional no tendría final feliz, y Massa lejos estuvo de plantearse como una opción a la polarización entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Pero esos días en los que Saénz participó de la campaña le dieron un rodaje nacional hasta ese momento inédito para el salteño.

Hombre de Macri

Apenas asumió la intendencia tendió puentes con el macrismo, sobre la base de supuestos aportes que otorgaba el Gobierno Nacional para obras en la ciudad, de los cuales muchos no pasaron de anuncios, tal como lo que sucedió con el edificio de Salud Pública, conocido como la Palúdica, que se iba a transformar en un museo del folclore con dinero enviados desde Buenos Aires que nunca llegaron. 

Esta buena sintonía con Macri hizo que el Presidente lo considere como uno de los suyos y que las alabanzas mutuas sean algo habitual. Actualmente el pragmatismo de Sáenz lo llevo a hacer campaña sin mostrarse con el Presidente, de deteriorada imagen en la provincia, pero son contadas las veces en que el salteño apuntó con críticas al Gobierno de Cambiemos. 

La popularidad de Sáenz se sostendría en estos cuatros años de gestión. Obras para mitigar inundaciones, una remodelación del área céntrica, que se tuvo que repetir en algunos tramos por el hundimiento del adoquinado, y acciones pedidas por los proteccionistas de animales le sirvieron para mostrar logros.

Por el contrario, los escándalos como el de las facturas truchas emitidas por la Municipalidad, con un allanamiento de la Justicia Federal al Centro Cívico incluido y que le valieron 24 horas de internación en un sanatorio, o la confusa reunión con el operador judicial Marcelo D' Alessio y el fiscal Carlos Stornelli, de la que derivó un audio acusando al salteño de “valijero” de coimas, no le hicieron mella en la intención de votos. 

Hoy las encuestas lo ubican como el candidato con mejor intención de voto sustentado principalmente en la Capital, y con la estructura del gobernador Urtubey apoyándolo. Cuando llegó de “punto” pudo sobreponerse a los pronósticos y lograr sus objetivos, ahora que larga estas elecciones como “banca”, Sáenz intentará revalidar pergaminos y aprovechar una oportunidad que se presenta como única para acceder al gobierno provincial.