"Si me eligen gobernador, voy a trabajar con el presidente, sea el que sea". Después de resultar el candidato a gobernador más votado en las PASO de Salta , el domingo pasado, Gustavo Sáenz mostró su pragmatismo político, el mismo que lo llevó a tejer una alianza electoral con su propio apellido como nombre: “Sáenz gobernador”, sin distinción de banderías partidarias con el objetivo de llegar a la gobernación. 

Sáenz recibió felicitaciones del ministro de Interior, Rogelio Frigerio, con quien fue parte de Cambiemos en las elecciones legislativas de 2017; del candidato a diputado bonaerense del Frente de Todos Sergio Massa, con quien compartió la fórmula presidencial en 2015; de Roberto Lavagna, que lleva como candidato a vice al gobernador saliente, Juan Manuel Urtubey. A la vez, muchos de los candidatos locales de Sáenz hicieron campaña pegando su propia imagen a las de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Todo esto sin obviar la cercanía de Sáenz con Mauricio Macri, pese a lo cual evitó mencionarlo durante la campaña.

La peregrinación de Sáenz por diferentes fuerzas políticas no fue un impedimento para su cosecha de votos. Tampoco parece una dificultad del candidato para alinearse a nivel nacional de acuerdo a los vientos políticos. “Si me eligen gobernador, voy a trabajar con el presidente, sea quien sea, codo a codo, pero defendiendo siempre los intereses de Salta y de los salteños”, dijo Sáenz.

“No sirve hablar mal de otros, porque es hablar mal de uno mismo, por eso nunca me van a escuchar hablar mal de otro candidato, al contrario, los felicito y que Dios y la gente decida quién va a gobernar esta provincia”, agregó Sáenz sobre sus adversarios provinciales, donde conviven recientes (y tal vez futuros) aliados. El intendente de la Ciudad de Salta, se alzó con el 42,9 por ciento de los votos, superó por casi 11 puntos a la suma de los postulantes del Frente de Todos (32,1 por ciento), en cuya interna se consagró como candidato Sergio “Oso” Leavy.

Sáenz recibió felicitaciones de todos los colores y agradeció a todos su amistad. “Felicito al amigo intendente Gustavo Sáenz por su triunfo en las elecciones PASO de Salta para gobernador”, se adelantó Lavagna. “¡Gracias amigo! Sabés el respeto que tengo por vos y tu familia. Un fuerte abrazo”, le respondió al candidato presidencial de Consenso Federal. “Felicitaciones a Gustavo Sáenz y a Romero Betina (candidata a intendenta) por ser los más votados en Salta”, se plegó el ministro Frigerio. “¡Gracias amigo por estar siempre! ¡Sos un gran funcionario pero sobre todo un gran persona! Abrazo grande de corazón”, respondió el candidato en la red social.

Lo mismo sucedió con Massa. “Mis felicitaciones Gustavo Sáenz. Esta elección es producto de una buena gestión y de la vocación de trabajar con todos, por el bien de Salta”, dijo el candidato a diputado del FdT. “Gracias amigo querido, un beso grande para Male y los chicos. Los quiero mucho, un abrazo de corazón”. Sáenz parece el Roberto Carlos salteño, con un millón de amigos en diferentes fuerzas políticas.

Su compañero de fórmula comulga la misma religión. "El candidato a gobernador (Sáenz) va a trabajar codo a codo con quien resulte Presidente de la República", señaló Antonio Morocco, que durante la campaña dijo que las primarias “son un vaciamiento de los partidos políticos, porque se da que dirigentes identificados con un sector terminan votando a candidatos de partidos históricamente antagónicos”. No sonó a autocrítica.