Es difícil ver Succession, la glamorosa comedia dramática estadounidense sobre el imperio mediático de una familia disfuncional, sin preguntarse si la dinastía de Logan Roy no tiene una contraparte en la vida real. El interrogante fue parte del ADN de la serie de HBO desde su estreno en 2018. Después de todo, hay pocas familias ultra millonarias que puedan haber provisto la base para la sátira televisiva, y todas ellas han llegado de un modo u otro a los titulares. Algunas con más frecuencia que otras. Aun una mirada superficial a los más ridículamente adinerados de Norteamérica sugieren algunas inspiraciones potenciales de la vida real para los Roy; de los Trump a los Getty, los Redstone y los Hearst

Y si se mira más allá de los Estados Unidos –y por qué no, si se tiene en cuenta que la historia de Logan Roy dice que nació en Dundee, Escocia, igual que Brian Cox, el actor que lo interpreta-, otro apellido significativo aparece pegado a ellos: el de Murdoch. Mientras que el nombre de Murdoch flota a menudo como el más certero equivalente de la vida real para los Roy, la familia en el centro de la comedia por momentos negrísima es evidentemente un clan que comparte similitudes con otras tribus de nuevos ricos. Logan, Kendall, Roman, Shiv, Greg, Tom y Marcia, todos ellos parecen haber nacido de varias historias de familia y sagas de tabloide.

El genio detrás de la serie, Jesse Armstrong (también creador de Peep Show), escribió previamente un guión titulado Murdoch, que se centraba en una familia imaginaria que se reunía para el cumpleaños número 78 del magnate de los medios. Armstrong ha admitido que los Murdoch fueron tema de debate entre los guionistas de ese proyecto de serie (un sumario del guión publicado por Forbes en 2011 se asemeja bastante al piloto de Succession), pero en una entrevista con el medio especializado estadounidense Variety sacó a la luz algunos otros nombres. “Esta es una familia de ficción”, dijo de los Roy. “Hay montones de ‘historias de sucesión’ de las cuales sacar inspiración. Quisimos combinar elementos de todas las buenas y ricas historias que existen sobre la sucesión, y sobre los medios y la alta política”.

Vale la pena intentar encajar el programa en el contexto de la vida real, al menos para dar contexto a lo que suele señalarse como la mejor ficción existente en la TV actual. Una manera de ver cómo se relacionan los Roy con las fortunas de más alto perfil de nuestro tiempo. Es innegable que son una versión ficcional bastante precisa de los Murdoch. Ambas familias giran alrededor de un patriarca –Logan Roy / Rupert Murdoch-, y mientras Murdoch nació en Melbourne (Australia), su abuelo, el ministro presbiteriano Patrick John Murdoch, era nativo de Aberdeenshire, Escocia, lo que espeja los orígenes de Logan. Naturalmente, ambos hombres construyeron imperios mediáticos (News Corp en el caso de Murdoch; Waystar Royco en el de Logan), aunque se da a entender que Logan creció en una relativa pobreza mientras que Murdoch era hijo del dueño de un diario local y pudo estudiar en Oxford.

En el papel, News Corp y Waystar son comparables. Ambas son compañías de medios masivos y entretenimiento multibillonarias, aunque News Corp está hoy más focalizada en diarios mientras que Waystar tiende a inclinarse por canales de televisión y la ocasión aventura en el mundo digital (cuando Kendall se involucra). Un spin off corporativo resultó en la creación de 21st. Century Fox, la entidad televisiva y cinematográfica que fue adquirida en marzo de 2019 por The Walt Disney Company. Disney, por supuesto, opera una línea de cruceros y un impresionante catálogo de parques temáticos, similares a los de –claro- Waystar.

Hablando de la division de cruceros de Waystar, los imperios de Logan y de Murdoch han sido asociados con el escándalo. News Corp fue un jugador clave en el escándalo de las pinchaduras telefónicas que llevaron al cierre en 2011 del periódico News of the World. Waystar, mientras tanto, tiene en su armario esqueletos del tamaño de un transatlántico: Tom Wamsgans se ha encargado de cubrir numerosos crímenes que esa división orquestó a través de los años.

De algún modo, la vida personal de Murdoch también es un eco de la de Logan. Murdoch se casó cuatro veces y tiene seis hijos; Marcia, la esposa de Logan en la serie, es su tercera cónyuge, y el magnate tiene tres hijos y una hija. Pero, estructuralmente hablando, los descendientes de Roy recuerdan más a otra poderosa familia: el clan Trump.

Kendall, el más obstinado de los jóvenes Roy (aunque Shiv podría no coincidir con esa afirmación), tiene una fuerte energía que recuerda a Donald Trump Jr. El mayor de los hijos del Presidente de Estados Unidos es también vicepresidente ejecutivo en la Trump Organisation, el conglomerado de su padre; el mismo cargo tiene Eric Trump, hermano menor de Donald Jr. (en la primera temporada, Kendall y Roman tienen los mismos cargos en Waystar). De todos modos, hay una diferencia clave en la aparentemente ilimitada lealtad de Don Jr. hacia su padre. En la vida real, el mayor de los hijos del Presidente siempre apareció defendiéndolo en las redes sociales o en apariciones como invitado en Fox News, mientras que en la primera temporada Kendall pasa el 90% de su tiempo de vigilia conspirando para bajar a Logan y reemplazarlo al frente de Waystar.

Por supuesto, los Roy tienen muchas conexiones políticas, la mayor parte a través de décadas en las que Logan aceitó sus contactos con la gente más poderosa de Estados Unidos, y también gracias al trabajo de Shiv como consultora política (los nexos de los Trump con el mundo político no necesitan mayor explicación, y exceden largamente las posibilidades de este artículo). De un modo alarmante, Shiv es una versión ficcionalizada de Ivanka Trump. Ambas trabajan en la política, aunque la carrera de Siobhan tiende a distanciarla de su padre, mientras que la de Ivanka es un resultado directo del ascenso de su padre a la Casa Blanca. Y en un pasaje de esos que el espectador se pierde si parpadea (en la primera temporada), uno de los hermanos de Shiv afirma de manera amarga que ella es la favorita de Logan: un eco del largamente aceptado consenso sobre el status de Ivanka Trump en el ranking de posiciones de la familia.

El mismo Cox realizó una comparación entre los Roy y los Trump en una reciente entrevista del LA Times, al decir que “la responsabilidad artística es verlo como lo que es, una historia moral. Todo tiene que ver con la rectitud y con los tiempos que vivimos. Ves a Ivanka, ves a su esposo Jared Kushner, y el hecho de que están en posiciones para las que no fueron elegidos. No hay nada democrático en el hecho de que procedan de donde proceden”.

Si los paralelismos con los Trump son bastante obvios para tres de los cuatro hijos Roy, no lo son tanto para Connor. El es el único hijo nacido del primer matrimonio de Logan, mientras que Kendall, Roman y Shiv nacieron de su unión con Caroline Collingwood, su segunda esposa. En ese sentido, Connor está en una situación similar a la de Tiffany Trump y su hermano Barron, nacidos respectivamente de los matrimonios de Donald Trump con Marla Maples y Melania Trump (la comparación entre Connor y Tiffany ya fue realizada por el sitio feminista Jezebel, que pintó a ambos como el tipo de excéntricos” de familias en otros aspectos predecibles). Donald Jr., Eric e Ivanka, mientras tanto, nacieron de su unión con Ivana Trump, lo que en esta configuración la convertiría de hecho en Caroline Collingwood.

La sombra de los Murdoch y de los Trump se extiende de manera ineludible sobre Succession, pero otra familia aparece en la mente a medida que se cae en el agujero de conejo con forma de Roy que domina la primera temporada: los Getty. Al principio parece difícil hacer esa asociación. Seguro, los Getty son tan ricos como los Roy; y como muchas tribus adineradas, orbitan alrededor de un patriarca y muchos hijos. Pero seguramente tiene que haber más para comparar. Aun así, el album familiar de los Getty es más complejo que el de los Roy, y su fortuna procede del petróleo y no de los medios (aunque Mark Getty eventualmente co-fundó la agencia fotográfica Getty Images en 1995). Entonces, ¿por qué los Getty también dejan su marca en el programa?

La respuesta llega en la forma de “Pre-Nuptial”, el noveno episodio de la primera temporada, cuando los Roy viajan a Inglaterra para el casamiento de Shiv y Tom en el castillo Eastnor de Ledbury, Herefordshire. Trae resonancias de Todo el dinero del mundo (2017), el film de Ridley Scott que retrata el secuestro de John Paul Getty III en los ’70. Aunque está radicada en Estados Unidos, la familia Getty tiene sólidos vínculos con Europa, específicamente con Gran Bretaña. De manera notable, J. Paul Getty, nacido en Minnesota, se estableció en Surrey (Inglaterra), y su nieta Natalia, más conocida como Nats Getty, se mudó a Gran Bretaña siendo una niña y estudió en Oxford (ahora vive en Los Angeles, donde nació). Todo esto es para decir que la manera en la que los Roy expresan su riqueza –sus gustos, su estética- huele mucho más a los Getty que a los Trump. Si el Eastnor Castle no hubiera estado disponible, Wormsley Park, la desmadejada propiedad de los Getty en Chilterns, podría haber servido como escenario para el casamiento de Shiv. Los Roy pueden ser ultramillonarios, pero rara vez se ven como nuevos ricos; más bien parecen haber adoptado los códigos de la riqueza europea. La residencia de Logan y Marcia en New York, un piso claramente caro pero con buen gusto, está a kilómetros del llamativo penthouse de oro y mármol de la Trump Tower.

Como todas las familias adineradas parecen seguir patrones similares de comportamento, es posible comparar a los Roy con otros clanes. En el corazón de Succession está la pregunta de qué pasará con la fortuna familiar cuando la salud de la persona que la amasó empiece a deteriorarse, un asunto afrontado de manera muy pública por los Redstone. En 2016, un juicio que alcanzó todos los titulares cuestionó la competencia mental del magnate de los medios Sumner Redstone, un escenario que semeja la apuesta de Kendall por conseguir un voto de “no confianza” del directorio hacia su padre en la primera temporada (aunque la demanda de Redstone fue presentada por su ex pareja Manuela Herzer). El caso Redstone fue desestimado en mayo de 2016.

 

También es tentador comparar a los Roy con los Hearst, la familia detrás de Hearst Communications (cuyo catálogo incluye a Cosmopolitan, ELLE, Marie Claire, varios diarios y canales de TV), o con los Maxwell, familia del propietario de medios británico Robert Maxwell, cuyo imperio de publicaciones colapsó tras su muerte en 1991. Ambos apellidos también flotaron en la imaginación de Armstrong a la hora de diseñar Sucession. Aun así, la saga de los Roy, escrita de manera brillante y realista, sigue siendo una amalgama de algunas de las fortunas de más alto perfil de este tiempo. Y quizá por eso sea tan atractiva.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.