Los datos de la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) que se realizó en 2018 se contrastaron con las tres anteriores, hechas en 2005, 2009 y 2013. De la comparación surge que a nivel país la prevalencia de consumo de tabaco bajó del 29.7% en 2005 al 22,2 en 2018, en cambio, el sobrepeso y la obesidad aumentaron según el autorreporte (que es aquel que brindan los encuestados según su percepción) y se pasó del 49% de personas con exceso de peso en 2005 al 61,6 en 2018

Las mediciones objetivas, sin embargo, indican que aquellos que fueron sometidos a las muestras en realidad están seis puntos encima de la autopercepción sobre su peso excedido, en el 66.1%. Sólo el 6% de la población en promedio consume las 5 porciones de frutas o verduras al día que recomiendan los especialistas y el 29% de la población tiene altos los niveles de colesterol.

Los números en Salta muestran no sólo una situación que se agudiza. Según los datos de la Encuesta está atravesada por menores ingresos y  niveles de educación de una mayor parte de la población, además de la falta de acceso a la salud.

Uno de los ejemplos de esta situación se puede observar en el consumo de frutas. La población salteña come menos de dos frutas por día. La porción recomendada en ese lapso es de cinco frutas o verduras. El hábito es difícil de tomar a nivel país, pues solo el 6% de los encuestados reconoció comer la porción recomendada. En Salta ese porcentaje bajó al 3%.

El dato se encadena al del exceso de peso, ya que el 63.4% de los salteños presenta sobrepeso u obesidad.

En 2005 se registró en las encuestas un 32.2 de personas que autorreportaban sobrepeso. En 13 años, ese porcentaje pasó al 36,9%. La obesidad cuenta con porcentajes menores pero saltos más significativos, pues mientras en 2005 la ENFR registró la aflicción en el 13.8% de los encuestados, en 2018 pasó a ser el doble, con 26,5% de los registrados con obesidad.

El mismo informe de la encuesta establece entre las características que “la frecuencia de obesidad presentó (…) un gradiente descendente a medida que aumentó el nivel de instrucción. Lo mismo sucedió respecto de los quintiles de ingresos, donde el quintil más bajo presentó una prevalencia 10 puntos porcentuales más que el quintil más alto (35,2% frente a 25,5%)”. El quintil más bajo es el de menores ingresos.

La mala alimentación repercute además en la prevalencia de valores altos de colesterol. Los datos empiezan a mostrar entonces el acceso a la salud de los encuestados. Mientras que en CABA y Santa Fe un promedio del 90% de la población accedió a la medición del colesterol alguna vez, en Salta solo llegó al 72.8%. 

La contracara de ello es que la provincia es una de las jurisdicciones con mayor porcentaje de prevalencia de colesterol alto, con el 38.7% de los encuestados. El informe sostiene además que “entre aquellas personas que se autorreportaron con colesterol elevado, el 46% estuvo haciendo algún tratamiento durante las últimas dos semanas (ya sea con medicamentos o con dieta/ ejercicios). Se observó mayor porcentaje de este indicador en Chaco (59,4%), respecto del total nacional, y menor en Santa Cruz (28,6%) y Salta (35,4%).

La salud de la mujer

El informe establece que el 66% de las argentinas entre 50 y 70 años se realizó una mamografía en los últimos dos años, sin cambios estadísticamente significativos respecto de la edición de ENFR 2013. 

Las jurisdicciones con mayor prevalencia de realización de mamografía con respecto al total nacional fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (84,4%), Tierra del Fuego (83,1%) y La Pampa (80,9%). En Salta el 52,1% de las mujeres accediendo al estudio.

Con el Papanicolau los datos muestran un mayor acceso al estudio en CABA y La Pampa con el 88,7 y 82,6% de prevalencia. En nuestra provincia ese porcentaje llega al 59,8%.

El sistema financiero no acompaña

La subsecretaria social del Ministerio de Salud de la provincia, Marisa Álvarez, entendió que el problema del exceso de peso también se relaciona con la baja actividad física. En las últimas encuestas, en Salta el porcentaje pasó del 35,8 de personas con baja actividad física en 2009, a 52,6 en 2018. El porcentaje supera el promedio nacional, ubicado en 44,2%, e incluso el de la región NOA, de 49,9.

Alvarez entendió que en este punto no es tanto el problema económico, dado que existen políticas que apuntan a la posibilidad de realizar actividades de manera gratuita.

Sin embargo, al pasar al tema de la alimentación entendió que es preciso trabajar en políticas poblacionales que incentiven los cambios en los hábitos alimentarios: el consumo de agua segura, es uno, pero también de frutas y verduras. Conseguir alimento fresco implica tener mayor cantidad de dinero. Hay que “generar cierto control de precios para que la gente tenga mayor acceso y disponibilidad de consumo porque no es posible efectivizarlo si no”, manifestó. 

Uno de los contrasentidos es que la provincia de Salta destina $27 por almuerzo de un chico en la escuela. Ante ello la alimentación suele ser con muchos otros productos que lejos están de ser los más frescos. Al ser consultada por ello, Alvarez respondió: “El sistema financiero no acompaña demasiado la instalación de medidas o políticas saludables, si no no estaríamos atravesando estos datos que muestra la encuesta”.