Desde México, donde permanece como asilado político tras el golpe de Estado con el que fue desplazado de la presidencia de Bolivia, Evo Morales reveló que “altas autoridades de América latina” le confirmaron que “Estados Unidos no quiere” que él vuelva a su país para favorecer el diálogo pacífico tras el golpe de Estado en su contra. Durante una entrevista por AM 750, se refirió a las amenazas a la delegación de dirigentes sociales y de derechos humanos argentinos que viajó a territorio boliviano, y analizó los motivos del golpe en su contra y el escenario político de la región.

“Estados Unidos no quiere que Evo vuelva y la derecha boliviana obedece fiel y sagradamente a ese mandato”, denunció el ex mandatario durante una charla con el programa Toma y Daca en la que, además, cuestionó el proceso hacia nuevas elecciones anunciado por el gobierno de facto de Jeanine Añéz .

“Qué derechos políticos pueden haber” si él no puede volver y se “persiguen y amenazan” a los dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), se preguntó y puntualizó que uno de los motivos centrales de su derrocamiento fue la nacionalización de la extracción y explotación “de recursos naturales, especialmente del litio”.

Según Morales, antes del golpe de Estado “teníamos previsto instalar 14 plantas para la industrialización del litio” en alianza “con Argentina y otros países”. “Podríamos hacer litio para todo el mundo”, remarcó.

Por otra parte, Evo manifestó su decisión de retornar a su país desde México, donde está exiliado, y ratificó que para que ello pueda ocurrir renunció a presentarse como candidato a presidente para los comicios anunciados por el gobierno de facto, al que cuestionó por "no dar garantías de ninguna transparencia" en el eventual acto eleccionario.

“Elecciones sin democracia no son elecciones”, sentenció y aseguró que, a pesar de ello, “el MAS va a tener candidatos y va a participar para ganar las elecciones”. Al respecto, reveló que él, como presidente de ese partido, está “haciendo consultas” con algunos referentes para saber si están dispuestos a candidatearse. “Seguiré consultando y luego informaré a los compañeros (del MAS y las organizaciones sociales), que consensuarán oportunamente quién va a ser el candidato a presidente”, adelantó.

Por otra parte, Evo Morales también condenó las intimidaciones del gobierno de facto de ese país hacia la delegación argentina que viajó en los últimos días para registrar las violaciones a los derechos humanos ocurridas desde el golpe de Estado, sobre todo en las provincias donde la mayoría de los habitantes son campesinos e indígenas que resisten tras la caída del gobierno democrático.

“Lamento mucho” que hayan tenido que “soportar los amedrentamientos en el aeropuerto”, dijo el ex presidente y afirmó que con ese y otros hechos “el pueblo argentino y los de todo el mundo pueden ver cómo es vivir en un gobierno de facto y al estilo de las dictaduras militares”.

Sostuvo también que esos hechos son parte del “amedrentamiento, intimidación y procesos de terrorismo” contra delegaciones extranjeras y medios de comunicación, y expresó su “solidaridad” hacia quienes fueron víctimas de esos hechos. “Sorprende al mundo la actitud del gobierno de facto que empieza con un modelo neoliberal”, añadió.

“Nuestro pecado fue haber demostrado al mundo que otra Bolivia es posible”, dijo y reiteró sus críticas hacia la Organización de Estados Americanos (OEA) por “no estar con los pueblos de América latina sino con los sectores que ostentan el poder económico”.

“Yo quiero volver a mi país”, insistió y manifestó que “ojalá Argentina pueda permitirme volver”. Sin embargo, no dio garantías de poder estar en Buenos Aires para el 10 de diciembre durante la asunción de Alberto Fernández en la Presidencia. “No lo hemos decidido por razones operativas y logística” que aún restan resolver, pero “lo veremos y oportunamente lo comunicaremos”, cerró.

Evo Morales también recomendó a los gobiernos de la región “escuchar a sus pueblos” para evitar “sublevaciones como las de Chile y Ecuador contra las políticas económicas” liberales. “Entiendo que a veces los pueblos puedan equivocarse, pero también se revelan y es importante que los gobiernos entiendan las demandas”, definió.

Finalmente destacó “la resistencia al golpismo” tanto dentro de Bolivia como desde otros países, a través de la denuncia de violaciones a los derechos humanos cometidas por la administración de Añéz. Así y todo, lamentó que “muchos dirigentes” del MAS se hayan prestado al diálogo con los golpistas, aunque aclaró que “seguramente no lo hicieron por traición sino por miedos y sustos” ante las amenazas recibidas continuamente.

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