Omar Perotti les pidió a sus ministros y ministras que investiguen la herencia que le dejó su antecesor, Miguel Lifschitz. Y el primer resultado de esa auditoría política lo conoció ayer en su primera reunión de gabinete en la Casa Gris, que se extendió por cinco horas y media. Después de semejante cabildeo quedó claro que la gestión de Lifschitz está bajo la lupa. La idea del mandatario es que “el pueblo y la sociedad conozca el real estado de situación de la provincia”, pero “no de manera confusa”, sino con una “radiografía certera”, prometió el vocero del gobernador Leonardo Ricciardino. “Es muy preocupante la situación económica porque hay una deuda flotante (a proveedores y contratistas) muy importante y el Fondo Unico de Cuentas Oficiales (FUCO) ya se utilizó en gran medida, queda poco dinero allí”, reveló. Antes de reunirse con su gabinete, Perotti firmó el decreto 058 que “dejó sin efecto” el pase de centenares de empleados públicos (por “adscripciones” y “comisiones de servicios”) a la Legislatura, el Tribunal de Cuentas y la Defensoría del Pueblo, que Lifschitz autorizó en nueve decretos que firmó en siete días hábiles, entre el 29 de noviembre y el 9 de diciembre. Lo más llamativo es que ese paquete de traslados y acomodos políticos incluye policías, agentes penitenciarios y docentes para desempeñar “tareas ajenas a las específicas en seguridad y educación”, a contrapelo de lo que dice la ley.

Perotti sorprendió a sus ministros. En el arranque de la reunión uno de sus colaboradores pasó con una caja y les pidió que dejaran allí el teléfono celular, en resguardo. Así que el debate trascurrió entre cuatro paredes y anotaciones en papel y birome. El hermetismo impidió filtraciones a la prensa, así que el único informe se conoció al final por el vocero de la Casa Gris. La reunión arrancó a las 14 y se prolongó hasta las 19.30.

Después de cinco horas y media quedó a la vista que Perotti decidió trazar una raya política entre el gobierno de Lifschitz y la gestión que inició hace tres días. Y que en ese lapso hay una auditoría política de lo que el gabinete encontró en cada área. El ex gobernador y su equipo están bajo la lupa. “La idea de Perotti y de sus ministros es que el pueblo y la sociedad santafesina conozca el real estado de la provincia, no en forma confusa, sino con una radiografía certera”. Y después, a partir de allí, “comenzar a trazar las políticas públicas. Primero hay que ordenar en todos los aspectos”, agregó Ricciardino.

Según el vocero, cada ministro hizo “un informe detallado de lo que encontraron" en su ramo. Un relevamiento de los primeros días acerca de los recursos humanos, económicos y financieros. Esto demandó un tiempo. Porque después el gobernador Perotti hizo comentarios sobre cada área con recomendaciones para el futuro. Una reunión extensa, pero muy productiva en cuanto a conocer” la provincia que dejó Lifschitz. .

“Lo más preocupante es la situación económica”, agregó. “El problema atraviesa todas las áreas porque hay una deuda flotante muy importante y porque el Fondo Unico de Cuentas Oficiales (FUCO) se ha utilizado ya en gran medida, queda poco dinero allí. Es decir, habrá que utilizar los recursos en todo sentido porque el panorama, como ya se veía en la transición, es muy preocupante desde el punto de vista económico”.

Hay cuestiones que lo explican todo. “El ministro de Salud Carlos Parola hace pocas horas declaró: ‘No hay nafta para las ambulancias’.” Es un dato muy revelador. “Así que habrá que trabajar para ordenar todo esto y enfrentar la crisis”, apuntó el colega.

Pero hubo más. Ayer, Perotti firmó el decreto 058 que dejó sin efecto todos los pases de empleados públicos por (adscripciones y comisiones de servicios) de la Casa Gris a la Cámara de Diputados –que preside el ex gobernador-, el Senado, el Tribunal de Cuentas y la Defensoría del pueblo. Son centenares de traslados políticos que Lifschitz autorizó en nueve decretos que firmó entre el 29 de noviembre y el 9 de diciembre, es decir 24 horas antes de dejar el gobierno. El decreto de Perotti denuncia el manejo de Lifschiz:

*Trasladó personal que no ocupaba su cargo “en la Administración pública en razón de desempeñar funciones políticas en el Estado provincial o en la Municipalidad de Rosario”

*Dispuso el pase de “personal de seguridad, del Servicio Penitenciario y docentes para el desempeño de tareas ajenas a seguridad y educación”, a contrapelo de la legislación vigente.

Por lo tanto, Perotti ordenó el “cese de las adscripciones” a la Legislatura, el Tribunal de Cuentas y la Defensoría del Pueblo y el retorno de esos empleados a la áreas en las que fueron nombrados en el Poder Ejecutivo. La decisión del gobernador tuvo un detonante político. Una versión ya circula en los corrillos de la Casa Gris y el otro interrogante es la cantidad de traslados.