Almacenes, autoservicios y comercios de barrio denuncian que los mayoristas y los proveedores aumentaron los precios de la canasta básica un 21 por ciento porque volvieron a incluirle el impuesto tras el final de la medida de IVA cero. De esta forma, aseguran que deberán aumentar los precios en la misma proporción y de esta forma tener valores menos competitivos que las grandes cadenas de supermercados. En caso de decidir absorber ese aumento, dicen que perderían rentabilidad o incluso trabajarían a pérdida. Así se desprende de un reclamo realizado por la federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), que le enviaron una carta al Ministerio de Desarrollo Productivo para buscar una solución.

El miércoles primero de enero terminó la quita de IVA en 13 categorías de alimentos. Esto significa que estos productos volverán a tributar el 21 por ciento. Sin embargo, después de una reunión que duró 8 horas, el Gobierno acordó con supermercados y alimenticias que los aumentos al consumidor sean de entre 5 y 10,5 por ciento, salvo la leche, que mantendrá su valor. Por ejemplo, en el caso del arroz, que vuelve a tener el IVA de 21 por ciento, se acordó que puede subir hasta 7 por ciento. El 14 por ciento que no se verá reflejado en la góndola deberá ser absorbido entre el supermercado y el productor, en una negociación que se dará en forma privada entre las dos partes.

Los llamados comercios de proximidad no formaron parte de la negociación, Desde la federación de almaceneros de Buenos Aires, que representa a 25 mil comercios, aseguran que este jueves cuando fueron a abastecerse al mayorista, los productos de la canasta básica volvieron a tener el 21 por ciento de IVA. Lo mismo ocurrió con las listas de proveedores. “Muchos almacenes van a tener que trasladar ese 21 por ciento al consumidor porque la rentabilidad es del 20 por ciento, incluso a costa de perder competitividad con los supermercados”, explicó Fernando Savore, presidente de la entidad, a PáginaI12. “Los que puedan van a restringir rentabilidad o incluso perder plata porque nuestra principal herramienta de competencia es tener un buen precio”, detalló. Savore asegura que el mismo problema lo tienen 62 mil comercios en todo el país, entre almacenes, autoservicios y pequeños supermercados, agrupados bajo la Confederación General Almacenera.

Por este motivo, desde la federación le enviaron una carta a la Secretaría de Comercio que conduce Paula Español. Además, llamaron a los comercios a no reponer durante esta semana hasta que “se acomode” la situación. Sin embargo, aclaró que para muchos no es posible: “Con las fiestas se vendió casi toda la mercadería y se necesita reponer, los almacenes no cuentan con depósitos”, dijo. Por otro lado, Savore destacó la importancia de estos comercios: “En los lugares periféricos donde nunca iría un hipermercado, ahí está el almacén”.

En la carta enviada, la entidad asegura: “Esto va a generar un direccionamiento hacia los hipermercados con el consiguiente perjuicio que generaría pérdidas de fuentes de trabajo. Nosotros no somos formadores de precios, somos trasladistas, compramos y vendemos, no tenemos la capacidad de especular”.

Las asociaciones de consumidores apoyan el pedido. “El acuerdo del Gobierno fue con la industria y las grandes cadenas de supermercados, el resto quedó afuera. El comercio minorista ahora compra los 13 productos con el IVA del 21 por ciento”, dijo a este diario Pedro Bussetti, presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco). “Es imposible que un comercio minorista negocie en forma individual cómo absorber la vuelta del IVA, y son muy importantes porque atienden al 70 por ciento de la demanda”, aseguró. Para Bussetti, una posible solución es que el Gobierno arbitre cuánto va a absorber la industria y cuánto el comercio de proximidad, para quedar en igualdad de condiciones que el supermercado. “Si no hay asimetría entre los grandes y los pequeños comercios, el único que se perjudica es el consumidor y se terminan licuando los aumentos que dio el Gobierno, como en las jubilaciones o la AUH”, agregó.

Con el final del IVA cero, la mayoría de los alimentos que estaba comprendido en esta medida debería aumentar hasta 7 por ciento, según lo acordado con el Gobierno. Estos son: yogur, arroz, azúcar, pan lactal, polenta, conservas, harina, yerba, mate cocido, té y huevos. Lo que más subirá de precio son los aceites, en un 9 por ciento, y el pan rallado y rebozadores, en un 10,5 por ciento. Lo que menos subirá es el pan artesanal de panadería, que lo hará en un 5 por ciento. La leche mantendrá su valor tras un acuerdo entre el Gobierno y las lácteas.