Irán se mantuvo firme en sus posiciones y rechazó las presiones de Europa para que vuelva a cumplir con el acuerdo nuclear de 2015 o para negociar un nuevo pacto, como sugieren Estados Unidos y el Reino Unido.

Las autoridades iraníes dejaron claro que salvar el pacto depende de Europa, después de que París, Berlín y Londres recurrieran al mecanismo de arreglo de diferencias, que debe resolver en menos de 35 días sobre las quejas presentadas, al considerar inaceptable que Teherán no cumpla sus compromisos nucleares.

"Si dan algún paso erróneo irá en detrimento de ustedes. La vía correcta es que vuelvan al acuerdo nuclear", dijo el presidente iraní, Hasan Rohani, durante la sesión semanal del gabinete.

En su discurso, Rohani hizo hincapié en que en la actualidad los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) están "fácilmente presentes" en Teherán y que sus cámaras de vigilancia están instaladas en los centros iraníes de enriquecimiento de uranio.

El mandatario dio así a entender que si los países europeos rompen con el acuerdo nuclear es probable que se acaben también las inspecciones del OIEA, lo que impediría al organismo cerciorarse de que el país persa no desarrolla el arma atómica.