Es un hecho que el macrismo dejó tierra arrasada por donde pasó. Sin embargo, la verdadera dimensión del daño puede ser apreciada al atender a ciertos sectores que no tuvieron visibilidad en sus reclamos durante toda esa gestión: a los docentes civiles que trabajan en las Fuerzas Armadas les urge ser escuchados. “Somos docentes nosotros también, doy Lengua y Literatura en 3ro y 5to año, y cobro un 40 por ciento menos que cualquier docente en CABA", dijo a Página12 Alan Ojeda, delegado de ATE Capital del sector docente de las Fuerzas Armadas.

En julio de 2019, seis diputados y diputadas firmaron una solicitud al entonces ministro de Defensa Oscar Aguad en la que expresaban la vulneración de los derechos laborales de estos docentes y la afectación de parte de su salario que vienen padeciendo. Entre estos legisladores estaban los hoy ministros Nilda Garré, Horacio Pietragalla y Daniel Arroyo. Ojeda explicó que están en diálogo con las nuevas autoridades, pero aún sin resultados. 

El delegado Ojeda precisó que no es ajeno a esta situación que los afecta el presunto desvío de fondos del Ministerio de Defensa, a través de Universidad de la Defensa Nacional, para comprar Lebacs.

Por su parte, Karina Carreño, licenciada en Ciencias de la Educación y ayudante de docencia en la Escuela de Suboficiales del Ejército Sargento Cabral de Campo de Mayo, realizó ante este diario una síntesis de sus demandas, que comienzan con elevar un salario inicial de docente sin antigüedad 12 mil 500 pesos, es decir ubicado por debajo de la línea de pobreza y del salario mínimo vital y móvil. 

• Están sin convenio colectivo sectorial. En 2015 se establecieron 180 días para su elaboración y puesta en vigencia. El Estado no cumplió. 

• Les deben siete meses del Fondo Nacional de Incentivo Docente. 

• Padecen precarización y flexibilización laboral. Hay docentes contratados como suplentes de cargo vacante, figura que no existe en el estatuto. Hay docentes con más de 15 años en esa situación que a la vez vulnera otros derechos. 

• Sufren persecución y violencia de género contra delegadas gremiales. 

• Denuncian fraudes en los concursos de acceso a cargos docentes y que hay subregentes que firma y actúan como regentes sin estar oficialmente nombrados.

• Sostienen que hubo un desvío de dinero (3 millones de pesos) que deberían haber sido destinados a capacitación del personal civil. 

• Exigen la reconversión de institutos de nivel medio técnico a nivel superior, donde habría procesos fuera de la ley y despido ilegal de personal docente.

Ansiosos esperan que las nuevas autoridades tomen nota de este elenco de demandas.

Se dificulta encontrar antecedentes que den cuenta de esta postergada situación de quienes enseñan en los institutos que dependen de las Fuerzas Armadas. 

En junio, delegados y delegadas de ATE para trabajadore/as Civiles de las Fuerzas Armadas, se reunieron para tratar el proyecto que se viene elaborando desde los gremios del sector, a fin de alcanzar el escalafón propio para la Carrera Docente, que falta definirse dentro de esta área.

Los docentes de ATE en las FFAA, que aún definen sus condiciones de trabajo bajo la Ley 17409 (que persiste desde tiempos de Onganía), reclaman resolver su situación particular, que todavía permanece si resolución a pesar de que desde el año 2015 fuera puesto en marcha el Convenio Colectivo de Trabajo (2539/15).

Frente a esta situación de incertidumbre, desde la ATE se iniciaron medidas de fuerza, que llevaron a que el año pasado comenzara a utilizarse el mecanismo de negociación conocido como “autocomposición del conflicto”, que fue usado por primera vez entre las partes para la resolución de un conflicto, y que obligó llevar distintas problemáticas laborales al ámbito de la Comisión Permanente de Aplicación y Relaciones Laborales (CoPAR). Entre ellos los desfasajes salariales por jurisdicción varían entre un 40 por ciento y 120 por ciento.