Luego de un largo y profundo silencio, Vicentin dio las primeras señales de vida al mercado a partir de una reunión entre directivos de la empresa y entidades del sector agropecuario, en la que informaron que avanzan en la elaboración de un plan de acción para presentar una propuesta a los acreedores de la firma. Si bien no especificaron la letra chica de la oferta, sentaron algunas premisas: evitarán la apertura del concurso preventivo; considerarán a todos los proveedores por igual, sin quita en la propuesta a presentarles; y presentarán el ofrecimiento en el menor plazo posible. Además, adelantaron que pondrán en funcionamiento nuevamente sus plantas. 

Del encuentro que se realizó ayer en la ciudad de Santa Fe participaron Máximo Padoan y Roberto Gianneschi en nombre del gigante agroexportador, mientras que por el lado de los productores, acopiadores y otros proveedores estuvieron presentes representantes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE), de los Centros de Corredores de Cereales de Rosario y de Santa Fe, y de la Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario.

Por su parte, estas entidades insistieron en la necesidad de "encontrar una salida inmediata a la situación y que la misma contemple a la totalidad de los actores involucrados, abogando para arribar a la mejor solución posible para todos", de acuerdo a lo que reza un comunicado difundido por los participantes de la reunión.

Este primer acercamiento oficial se da a más de 40 días de que Vicentin comunicara que no podía hacer frente a vencimientos que llegarían a 900 millones de dólares con bancos locales y extranjeros y 21.000 millones de pesos con productores agropecuarios, aludiendo “stress financiero”. Tras ese anuncio, paralizó sus plantas de molienda. Entre las deudas se destaca la que la firma mantiene con el Banco Nación por 18.372 millones de pesos, que representa el 78% de todo su pasivo con entidades financieras locales.