El sector de los documentalistas es el que más se ha movilizado desde el inicio de la gestión de Alejandro Cacetta al frente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Antes de que se anunciara el nuevo Plan de Fomento ya habían manifestado su inquietud. También hicieron conocer sus diferencias y el reclamo de claridad en la nueva norma regulatoria, en lo que atañe al tema del documental. Para entender la importancia que el género documental tiene en la industria cinematográfica basta con conocer un dato que la propia Asamblea de Documentalistas menciona: a través de diversas miradas y posturas ideológicas y formales, el sector del documental genera el 50 por ciento de la actual producción de cine nacional con sólo el 5 por ciento del Fondo de Fomento, “dando esto como resultado un altísimo porcentaje de adhesión de público, presencia en los festivales más importantes y premios internacionales”, señala el comunicado que firman la Asamblea, integrada por Documentalistas de Argentina (DOCA), la Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina (ADN), DocuDAC (los documentalistas de una de entidades más históricas: Directores Argentinos Cinematográficos), Directores Independientes de Cine (DIC), Asociación de Realizadores Integrales de Cine Documental (RDI) y Red Argentina de Documentalistas (RAD). Preocupados por el futuro del género y la ausencia de políticas claras que garanticen la supervivencia de la producción convocaron a una movilización frente al Incaa (Lima 379) para hoy a las 12 horas, en ocasión de la Reunión del Consejo Asesor.

En un comunicado que difundieron esta semana, los realizadores señalan que, pese al volumen de producción que generan, la actual gestión de Incaa “está poniendo en peligro este modelo de independencia y diversidad amenazándolo en  todas las etapas de la producción: selección de proyectos, fomento, concursos, presupuesto, gestión administrativa, distribución y exhibición”. Pero no sólo miran su ombligo ya que también ponen en alerta al resto de la industria, o mejor dicho, a quienes no tienen grandes productores ni distribuidores: “Con la implementación del Nuevo Régimen General de Fomento (Res.1/2017/Incaa) y del Régimen de Fomento Regional (Res.65/2017/Incaa) esta tendencia al recorte que ya anunciáramos los documentalistas, se extendió también al cine de ficción que no encuadra con los requisitos que estableció el Incaa en beneficio de grandes productoras”. 

Según explican en el comunicado, este nuevo Régimen “propone entregar la mayor parte de los fondos del Instituto a películas comerciales de grandes empresas, aumentando exponencialmente los montos de los subsidios para este tipo de producciones sin proceso alguno de selección por parte de un comité, mientras impone un sistema de puntajes y requisitos financieros prohibitivos para los realizadores independientes, tanto de documental como de ficción”. Esta  restricción en el acceso al fomento “deja afuera a una importante porción de realizadores de cine, lo que implica una forma de censura sobre los modos no industriales de producción, y consecuentemente, un silenciamiento de sus contenidos, mediante un recorte que es a la vez económico y discursivo”, señalan. Por eso van más lejos y no hablan sólo de asfixia económica ya que también consideran que el Plan de Fomento Cinematográfico “apunta a coartar la diversidad de los procesos de producción y la pluralidad de voces en el lenguaje cinematográfico,  imponiendo un relato único”. 

Como contrapunto, los documentalistas aspiran y pelean por un cine que priorice “su función social y cultural, que es parte de la construcción de nuestra identidad” y solicitan apoyo de la comunidad para continuar con su labor, garantizando una mirada diferente sobre la realidad. Entre los reclamos que expondrán frente al Incaa, mencionan:

  • Reglamentación de la  conformación de Comités de Evaluación de Proyectos Documentales a propuesta de las Asociaciones Nacionales de Cine Documental y la Red Argentina de Documentalistas (RAD).
  • Representación del sector Documental en el Consejo Asesor.
  • Atar el monto de subsidio de la Vía Digital Documental al 12 por ciento del Costo Medio de Película Nacional. 
  • Terminar con  el freno administrativo interno del Incaa, cuyo único fin es detener la producción de películas argentinas, que no cobran cuotas en tiempo y forma, deben cancelar rodajes y dejan a sus trabajadores sin empleo; mientras el Instituto subejecuta su presupuesto.
  • Un nuevo Régimen de Fomento que no privilegie a las grandes productoras/distribuidoras, y garantice igualdad de oportunidades a todos los realizadores que desarrollan un cine con propuestas diferentes a las que establece el Mercado.
  • Promover un verdadero federalismo, eliminando las trabas fiscales y los requisitos prohibitivos para la presentación de proyectos regionales  
  • Incorporación del documental al sistema de concursos y validación como antecedente con mismo puntaje que la ficción.
  • No a la proscripción de la Persona Física para solicitar subsidios para el cine de ficción por ventanilla contínua, que obliga a todo productor a constituir una S.R.L.
  • Salas de exhibición (simultáneas) en los Espacios Incaa de todo el país para los estrenos nacionales independientes y apoyo al lanzamiento en medios de comunicación públicos.
  • Que se exija a los exhibidores cumplir con la cuota de pantalla de cine nacional, tanto de documental como de ficción, contemplando solamente a los films argentinos cuyas distribuidoras no están asociadas a majors extranjeras.