El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) publicó este martes el fallo definitivo sobre los incidentes ocurridos en la revancha de la final de la Copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors, de la que mantuvo el resultado deportivo con el título para el club millonario, al que castigó con dos partidos sin público para la actual edición, y decidió asimismo no resarcir económicamente a la entidad xeneize.

La sanción obligará al club de Núñez a jugar sin público frente a San Pablo de Brasil (el próximo 22 de abril) y frente a Liga de Quito de Ecuador (el 5 de mayo). 

Pero además, River Plate debe purgar otra sanción dispuesta por la Conmebol que lo obliga a jugar otra fecha a puertas cerradas. En este caso, el castigo es por la utilización de bengalas en otro Superclásico correspondiente al partido de ida en la semifinal copera disputada el 1º de octubre del año pasado, también en el Monumental.

Finalmente, luego de 14 meses, se determinó que la agresión que sufrió el micro que transportaba al plantel de Boca Juniors en la previa a la segunda final de la Libertadores 2018 no tiene por qué modificar el resultado que le dio el título al equipo de Marcelo Gallardo tras vencer 3-1 en la revancha disputada en Madrid.

Cabe recordar que el 24 de noviembre de 2018, en las adyacencias del estadio Monumental, resultaron lesionados los jugadores Pablo Pérez y el juvenil Gonzalo Lamardo, producto de piedras arrojadas al micro por hinchas riverplatenses.

Por lo demás, el fallo del TAS conocido este martes responde al reclamo que el club de la Ribera presentó tras los incidentes provocados por hinchas millonarios contra el micro boquense, lo que obligó a la Conmebol a cambiar la sede y disponer que la final se dispute el 9 de diciembre de 2018 en el estadio Santiago Bernabéu.

En julio pasado, durante dos jornadas de audiencias, los tres árbitros que conforman el TAS -el italiano Massimo Coccia, el chileno Juan Pablo Arriagada y el suizo András Gurovits- escucharon a los testigos sobre lo ocurrido el 24 de noviembre de 2018.

Boca Juniors, representado por su abogado Mariano Clariá y el buffet español Pintó Ruiz, aseguró que se trató de un episodio que debía ser juzgado de igual forma al del gas pimienta, que le valió la descalificación contra River Plate en octavos de final de la Libertadores 2015.

En tanto, River Plate, con su letrado Gonzalo Mayo junto con los también españoles Senn Ferrero, sostuvo que los hechos de 2018 ocurrieron fuera del anillo de seguridad del estadio, ya que la agresión al micro se dio en Lidoro Quinteros y Avenida Del Libertador, pese a que también hubo otra en la puerta misma del ingreso al Monumental.

En este punto, el club de Núñez aseguró que la responsabilidad de brindar garantías en la zona era del Estado argentino. Por el episodio debió renunciar Martín Ocampo, entonces ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.