(Desde Santa Fe) La paritaria docente arrancó ayer con el armado de tres comisiones que tratarán la cuestión salarial, las condiciones laborales de los maestros y políticas pedagógicas y pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves que viene, 20 de febrero. “No se habló de números”, dijo la secretaria general de Ctera y Amsafé, Sonia Alesso, pero el trasfondo del debate –ya en la primera reunión y en las que vendrán- es la cláusula gatillo, como método para preservar el poder adquisitivo de los salarios. El ministro de Trabajo Roberto Sukerman propuso “quitarse de encima el peso de determinadas denominaciones” –en obvia referencia a la cláusula-, pero los gremios le devolvieron la supuesta ironía. “Si no hay cláusula gatillo, tiene que haber un sistema de actualización de salarios”, más cuando “el pronóstico de la inflación en 2020 ronda entre el 35 y 40 por ciento”, advirtió el líder de Sadop Santa Fe, Pedro Bayugar. Su colega de Sadop Rosario, Martín Lucero coincidió: “La cláusula gatillo es un mecanismo que sirvió hasta ahora. Si el gobierno tiene otro mejor, estamos dispuestos a discutirlo, pero tiene que ser igual o superador”.

Sukerman y la ministra de Educación, Adriana Cantero, abrieron la primera paritaria de 2020 con los cuatro gremios docentes que volverá a reunirse el jueves, a las 16. El viernes comenzará la segunda, en la Casa Gris, con los sindicatos del sector público UPCN y ATE.

Alesso dijo que de aquí al 20, las tres comisiones de trabajo deberán “producir una propuesta final y someterla a discusión” del plenario. Ayer, “no se habló de números, se habló de criterios”, explicó Sonia. Por lo tanto, si la comisión que trata la cuestión salarial define una “propuesta”, el jueves que viene sí se hablará de números.

Otro de los planteos de Alesso fue la “discusión de buena fe”. Y apeló a la “responsabilidad” oficial para restringir “el debate al seno de la paritaria” y “no ventilarlo por los medios, como ocurrió en los últimos dos meses”, desde la llegada del gobernador Omar Perotti a la Casa Gris. “Que la discusión no se realice por los medios, sino en la paritaria”, sugirió.

La estrategia de Perotti –expresada en público por el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, y su colega de Gestión Pública, Rubén Michlig- es ampararse en el paraguas del gobierno de Alberto Fernández, que ya archivó la cláusula gatillo y propone desindexar salarios como una de las estrategias para frenar la escalada inflacionaria.

Ayer, cuando le preguntaron si aceptaría la supresión de la cláusula gatillo, Alesso fue cortante: “Empezamos a discutir. Cuando tengamos una propuesta les vamos a contar y la someteremos al debate de los docentes”.

—¿Y un aumento de suma fija sin cláusula gatillo? –azuzó otro periodista.

—No sé, recién empieza la discusión –contestó la secretaria general de Ctera, que también participa en la paritaria docente nacional con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta.

Bayúgar planteó que “si no hay cláusula gatillo tendrá que haber cláusula de actualización”, más cuando la escalada inflacionaria de este año rondará entre el 35 y el 40 por ciento, según estimaciones de los propios gremios docentes. “Que la cláusula gatillo no es un método ideal, coincidimos. No es el método ideal, no es insustituible, es mejorable, tiene sus límites. Todas esas cosas son las que dijo el ministro Trotta al iniciar la paritaria nacional docente: ‘Le queremos ganar a la inflación’. Nosotros también. Tenemos que buscar la fórmula de actualización del salario que nos permita ganarle a la inflación”, propuso Bayúgar.

Sukerman coincidió con el planteo de Trotta que “el salario esté por encima de la inflación” y sugirió que se podrían negociar “acuerdos trimestrales” o “semestrales”. “La estrategia es ganar poder adquisitivo y que los salarios no pierdan contra” el aumento del costo de vida. “Lo dejó claro el presidente Alberto Fernández y es lo que vamos a replicar en Santa Fe”, adelantó el ministro de Trabajo.

Lucero le tomó la palabra: “La postura de los gremios es la necesidad de preservar el poder adquisitivo del salario. Hasta ahora, la clausula gatillo garantizó esta situación. Si el gobierno tiene otra propuesta mejor, estamos dispuestos a discutirla, pero tiene que ser igual o mejor”, cerró.