LOS MISERABLES  -  6 PUNTOS
(Les Misérables, Francia/2019)
Dirección: Ladj Ly
Guion: Ladj Ly, Giordano Gederlini y Alexis Manenti
Duración: 102 minutos
Elenco: Damien Bonnard, Alexis Manenti, Djibril Zonga, Jeanne Balibar, Steve Tientcheu, Issa Perica y Al-Hassan Ly.

“En cierto grado de miseria se apodera del alma una especie de indiferencia espectral y se ve a los seres como a ánimas en pena”, escribió Víctor Hugo en uno de los capítulos de Los miserables, la novela publicada en 1862 y convertida con el correr del tiempo en una de las obras cumbres del siglo antepasado. El polifacético artista Ladj Ly nació en Malí y pasó varios años en el barrio de las afueras de París donde transcurre aquel relato, Montfermiel, cuya escenografía actual está dominada por monoblocks donde viven hacinados cientos de inmigrantes ilegales, especialmente aquellos llegados desde África. Ya con la elección del título queda claro que Ly se propone trazar un paralelismo entre ambas temporalidades, trayendo al presente a esas ánimas en pena. Pero la obviedad de la referencia, sin embargo, no hace mella en el impacto de un film cuya ambigüedad moral le augura un destino de polémica.


Ganadora del Premio del Jurado en el último Festival de Cannes y nominada como Mejor Film Extranjero en los Globos de Oro y el Oscar, Los miserables es una película nerviosa e inquietante que arranca con varias escenas que muestran a un grupo de chicos de ese barrio en vísperas del viaje rumbo a los ruidosos festejos en los Campos Elíseos por el triunfo de la selección local en el Mundial de fútbol de 1998. Pero la alegría colectiva, enésima muestra del poder amalgamador del deporte más popular del planeta, es apenas un espejismo de la libertad, igualdad y fraternidad que pregona Francia desde su lema oficial, en tanto al regreso deben enfrentarse nuevamente a las vicisitudes de la violencia y la marginalidad de la vida diaria. Una violencia en la que la policía, con su acecho y maltrato constantes, tiene un protagonismo fundamental.

Tal como ocurría en Tropa de élite, del brasileño José Padilha, y Polisse, de la francesa Maïwenn, el conflicto central de Los miserables es disparado por la incorporación de un joven agente a un escuadrón con una dinámica operativa a la que en principio se opone. Si bien en todos los casos el punto de vista del relato coincide con el del recién llegado, lo distintivo aquí es el posicionamiento del director sobre sus personajes. Tanto el brasileño como la francesa entendían la violencia policial como una consecuencia inevitable de un estado de situación que debía pacificarse a como dé lugar; para Ly, en cambio, esa violencia es la mecha que enciende un polvorín de insatisfacciones. Lo que no cambia es la idea de humanizar al protagonista adosándole un contexto familiar cuyos contornos no van más allá de lo básico.

El muchacho se llama Stéphane (Damien Bonnard) y se incorporó a la brigada a raíz de un pase pedido para estar más cerca de su hijo, de cuya madre se separó un tiempo atrás. Allí está bajo el mando de Chris (Alexis Manenti), un oficial dueño de un cinismo a prueba de todo que no duda en gritarle a quien se le ponga adelante que la ley es él. Es una concepción megalómana que no cae para nada bien en el núcleo de una comunidad donde conviven africanos con gitanos, laburantes de sueldos bajos con otros que se ganan la vida como pueden, sobre todo después de un incidente con uno de esos chicos causado por un integrante de la brigada. En ese hecho anida el anclaje ético de una película intensa y provocadora que muestra que ni siquiera los más de 150 años que separan el texto de Víctor Hugo de la actualidad alcanzaron para apaciguar el descontento general ante una sociedad injusta y desigual.