¿Se puede sacar a pasear al perro durante la cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus?, ¿cuánto tiempo?, ¿hasta dónde se lo puede llevar? Las preguntas flotaron este viernes, en el primer día de aislamiento total preventivo decretado por el Poder Ejecutivo, en miles de hogares a lo largo de todo el territorio nacional. En esta situación excepcional, que se extenderá, en principio, hasta el 31 de marzo, estas incógnitas no son menores si se tienen en cuenta que, de acuerdo a estadísticas recientes, el país está entre los que tienen mayor número de perros como mascotas en el mundo.

El decreto 297/2020 publicado en el Boletín Oficial este viernes establece que “todas las personas deberán permanecer en sus residencias habituales o en el lugar en que se encuentren y abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo”. “Asimismo se establece la prohibición de desplazarse por rutas, vías y espacios públicos, a fin de prevenir la circulación y el contagio del virus covid-19”.

Al mismo tiempo, fija 24 excepciones, en las que contempla qué trabajadores y bajo qué situaciones se permitirá la circulación de personas. Pero mientras los funcionarios trabajan contra reloj para ajustar los mecanismos que regularán esta situación inédita, el paseo con el perro quedó en una zona gris, librada al sentido común y la responsabilidad individual.

Según fuentes del gobierno, por el momento, la idea es que la gente saque a su perro tomando las medidas de prevención recomendadas, es decir, que respete el distanciamiento social y las medidas higiénicas correspondientes.

“No hay ninguna indicación de mandar preso a nadie por sacar a la puerta a su perro, pero debemos tomar noción de la pandemia que hay a nivel internacional y lo que está pasando. La cuarentena es una obligación para cuidarse uno y a los otros. Al perro se lo puede sacar en la puerta de la casa de cada uno, no irse a Palermo”, advirtieron las fuentes consultadas.

Y apelaron al sentido común de los ciudadanos para entender el alcance de la norma: “Las preguntas sobre esos casos, como el de pasear al perro, hay que interpretarlas en el marco del espíritu de la norma, que es restringir al máximo la circulación porque circulando circula el coronavirus. Dentro de eso está la razonabilidad de la forma de aplicar la norma”.

De todas formas, y teniendo en cuenta que el sentido común es muchas veces el menos común de los sentidos, explicaron que la idea es: “Salgo a la puerta, voy hasta el arbolito, camino 10 metros, lo tengo un poco y vuelvo, pero no voy a pasear durante horas porque se pone en riesgo la salud pública”.

En España, donde entró en vigor el 13 de marzo pasado el “estado de alarma” y se restringió la libertad de movimiento de los ciudadanos en todo el territorio español, tener un perro se ha vuelto un motivo de alegría más para sus dueños. Con la policía patrullando las calles y una fuerte restricción de la circulación, ser dueño de un perro es tener un pasaporte para una breve salida callejera, al punto que algunos bromean, tras casi una semana de encierro, con alquilar o pedir prestado uno para salir. Otros, directamente optaron por ofrecer a su mascota en alquiler a través de plataformas online.