"Quiero que la persona que me torturó y me humilló, que quiso mansillar mi dignidad y no lo logró, rinda cuentas; que expliquen por qué hay gente que no volvió. La esperanza es que vayan a Río Grande y den su testimonio. Es el primer 2 de abril que no se habla solo de los actos heróicos, de la gente que mató gente, sino de nuestra historia". Con estas palabras a través de una videoconferencia habló el ex combatiente Silvio Katz en un nuevo aniversario del conflicto del Atlántico sur contra Gran Bretaña.

"Las Malvinas son argentinas, los torturadores también". Así fue denominada la mesa virtual organizada por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que realizó un balance de la causa Malvinas. "Desde una perspectiva en derechos humanos, retoma los reclamos históricos de los ex combatientes: memoria, verdad, justicia y soberanía. Y, en particular, el estado actual de la causa que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en las islas", expresó el organismo. Esa causa radicada en Río Grande tiene 13 años, en febrero cuatro militares fueron procesados por las torturas a soldados y otros 20 esperan el llamado a indagatoria. Participaron de la "charla" los ex combatientes Katz y Ernesto Alonso, y Norma Gómez, hermana de Eduardo, uno de los 123 soldados que habían sido enterrados como NN en las islas. 

A través de la plataforma Zoom el ex dirigente sindical Víctor De Gennaro coordinó la "mesa", que fue seguida por más de 3000 personas en Facebook live. "A las islas fueron genocidas, otros valientes dieron su vida, pero el nudo de la impunidad los llevó a esos represores a hacer las atrocidades", arrancó De Gennaro, y recordó que él y sus compañeros venían de ser reprimidos el 30 de marzo peleando para el fin de esa dictadura militar. "Queremos homenjear a los que quedaron allá, a los que sufrieron al regresar", dijo, y presentó el trailer de la película El Viaje, sobre la búsqueda para la identificación de los soldados enterrados como NN en Malvinas, con el viaje que hizo la CPM a las islas en marzo 2017.

Ernesto Alonso, presidente del Cecim (Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas) de La Plata, recordó las primeras menciones a los tormentos de los soldados: "Fuimos recibidos por lo peor del aparato represivo. A partir de ahí se abrió un mecanismo de impunidad, primero imponiéndonos el silencio. Muchos compañeros con mucha valentía, aún en dictadura militar, en las actas de recepción que nos hicieron firmar los militares, los mismos que estaban en los centros clandestinos, denunciaron lo sucedido. Malvinas nos duele a los argentinos, hablar de una construcción épica es más fácil que hablar de estos compañeros que sufrieron en carne propia estos hechos".

El principio del fin de la impunidad

La causa del juzgado federal de Río Grande había sido iniciada en Corrientes en 2007 con 25 casos, y el objetivo de encontrar todos los demás. "En todas las unidades hay un hecho denunciado, Ejército, Marina y Fuerza Aérea, fue un plan sistemático. Por primera vez, en diciembre de 2019 se tomó indagatoria a los primeros cuatro oficiales del Ejército por aplicar torturas, del regimiento 5 de Corrientes. Son 95 los militares imputados, con más de 120 hechos denunciados", describió Alonso. El ex combatiente indicó que "en últimos cuatro años avanzaron fuertemente sectores negacionistas, junto a medios nacionales que pretenden sostener que había un interés económico con hechos inventados. Pero ninguno se atrevió a preguntarle a nuestros compañeros qué pasó en Malvinas". Sin ir muy lejos en el tiempo, el ex jefe del Ejército Claudio Pasqualini dijo el año pasado que se trata de "falsas imputaciones que quieren enlodar la valentía de lo actuado en las islas, pero nadie explicó jamás por qué torturaron a soldados en Malvinas, jamás se acercaron a las víctimas, en los archivos desclasificados consta que estos hechos ocurrieron, son sus propios documentos de las Fuerzas Armadas", destacó Alonso.

En coincidencia con los demás disertantes, el ex combatiente se mostró motivado por el juicio. "Están denunciados con nombre y apellido, hay testigos porque fue sistemático. El juzgado federal de Río Gallegos imputó a dos soldados del Ejército por hechos similares ocurridos en San Julián. Cientos de oficiales que sí estuvieron a la altura de las circunstancias deben romper el silencio", opinó.

"Tengo la desgracia de haber sido torturado y humillado en las Islas Malvinas, pero tengo suerte de estar este 2 de abril con gente que me ayudó a salir del dolor y el silencio", dijo Zoom Silvio Katz. "Hay muchos detractores de la causa que dicen que trabajamos para la impunidad de foráneos, nosotros trabajamos para que no queden libres aquellos que escribieron la historia más nefasta, que abusaron de chicos de 19 años, ellos son los traidores. Somos la voz de los que no están, que fallecieron sin justicia. No lamento lo que me pasó, estos foros sirven para dar esperanza. Hay cuatro oficiales indagados, es el principio de lo que buscamos: que expliquen qué pasó en cada uno de los casos". Para Katz, los represores de Malvinas nunca van a hablar, y mencionó los constantes aprietes que sufre aún hoy. Sin embargo, lo reconforta la recepción de jóvenes en las charlas que da en colegios. "Me honra que nos sigan apretando. Va a haber justicia, no quiero que haya otro fallecido que no conozca la pena para su torturador".

Tumbas con nombres 

El documental que se estrenará en breve describe la experiencia de la CPM en 2017 cuando por primera vez hubo referentes de derechos humanos en suelo malvinense que viajaron con tres objetivos: establecer contacto con los habitantes, denunciar el enclave militar que hay ahí, acompañar la identificación iniciada en 2011. "Ahí nos conocimos con Norma Gómez, chaqueña, hermana de Eduardo, que reclamaban saber cuál había sido el destino final de sus seres queridos. También con Alejo Ramos Padilla, abogado de Cecim, hoy juez federal de Dolores, iniciamos esa gran tarea. Y ya se han identificado 115 tumbas", describe Alonso.

Norma Gómez, desde Chaco, se emocionó varias veces durante la videoconferencia. "Estamos en las redes ya que no podemos hacer un acto, es un día triste pero me siento orgullosa porque ya sé dónde está mi hermano. Fue un camino largo, mi especial agradecimiento al juez Ramos Padilla, al Cecim de La Plata que iniciaron todo esto, gracias a ellos pudimos saber donde estaban los 115 soldados que fueron identificados. En ese momento nuestro lema era llegar a reconocer a todos", dijo la mujer. También agradeció a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner "que dejó todo preparado", y a los antropólogos de diferentes países y argentinos.

"Era horrible ir a Malvinas y no encontrar el nombre de Eduardo Gómez, de Gerardo Pavón, Monzón, Dávalos, Ramírez o Miño. Había muchos objetos con sus datos, anillos, relojes, los documentos, ¿por qué fueron enterrados como NN? Nos mintieron en la cara, más dolor sobre el dolor, nos dijeron que habían revisado todo. Me dijeron 'a tu hermano lo enterraron en un cajón cuando en realidad estuvo en una bolsa negra, lo encontraron los isleños", relató Gómez. 

Gustavo Pirich, autor del libro Hojas de Ruta --con prólogo de Osvaldo Bayer y una segunda edición en 2012-- contó que era cafetero del jefe del Regimiento, y de su segundo Carlos Carrizo Salvadores durante su conscripción. "Lo busqué en la Conadep, lo buscaban por el fusilamiento de 19 militantes a la vera de un camino. En esas manos estuvimos en la guerra de Malvinas, me puse a buscar los nombres de mis jefes, me aparecían como instruidos en la Escuela de las Américas", dijo. "Néstor Kirchner extendió al personal en actividad la pensión de guerra que cobrábamos, crucé los datos de los militares que la solicitaron con los listados de represores de la Conadep. Detecté entre 60 y 90 que figuraban como represores del 76 al 82. Dentro de los documentos que desclasificó la CPM hay material histórico sobre la infiltración de los servicios de inteligencia en nuestras organizaciones", agregó. 

Para Alonso, "la guerra se contó con un estereotipo del héroe. El proceso de justicia es reparación y volver a la verdad de lo que pasó. En Malvinas valió más la vida de una oveja que la de un soldado, esas eran las Fuerzas Armadas de la dictadura. La gran contradicción de llevarnos a esa aventura bélica, si hay algo que nos alejó de Malvinas fue esa guerra que aún no está resuelta ni desde la memoria, la verdad y la justicia, como tampoco desde la soberanía"

Este plan sistemático al que se refiere incluyó tareas de inteligencia. "Habían pensado cómo contar la guerra, qué hacer con los soldados y qué hacer con las familias. Los visitaban para controlar lo que hablaban los familiares, y qué decían los conscriptos. Expedientes donde hay recortes sobre los soldados internados en Comodoro Rivadavia, por ejemplo, contaban lo que habían pasado. Iban los oficiales y hacían otra nota para hacerlos desdecirse. Hubo aprietes, en los archivos de la Dippba está el seguimiento de los servicios de inteligencia infiltrados entre nuestras organizaciones de ex combatientes, su mayor preocupación era que contáramos lo que vivimos", manifestó.

"Como dice Norita Cortiñas, por los héroes de Malvinas, ahora y siempre", cerró De Gennaro.