El presidente Alberto Fernández anunció la extensión de la cuarentena obligatoria por otras dos semanas, hasta las 0 del lunes 27 de abril. En una conferencia de prensa en Olivos, el Presidente se ayudó de una serie de gráficos para mostrar cómo se había conseguido achatar la curva de contagios en comparación con otros países "para que todos entendamos que esto tiene sentido, tanto esfuerzo no es en vano". Remarcó que la cuarentena continuará siendo estricta en ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y los grandes centros urbanos en general. Explicó que iban a estudiar con los gobernadores qué pueblos o localidades rurales podían volver a cierta normalidad sin riesgos de contagios, aunque de todas maneras la autorización última siempre quedará en manos del Ministerio de Salud. El Presidente habló de una cuarentena "administrada" o de una "segunda etapa", pero respecto a nuevas actividades exceptuadas apenas si mencionó a talleres mecánicos y gomerías, que podrán funcionar para atender a los vehículos habilitados como patrulleros y ambulancias. Y confirmó que los bancos ya no volverán a cerrar.

Si siempre se ponderó su tono didáctico que trasladó desde las aulas de la facultad de Derecho a entrevistas y ruedas de prensa, ayer el Presidente buscó potenciar esa veta con la utilización de gráficos proyectados en las pantallas de la sala de conferencias de Olivos para exhibir los resultados conseguidos hasta ahora con el aislamiento social preventivo obligatorio decretado a partir del 20 de marzo y luego sucesivamente prorrogado. Argentina registra 1.975 contagios con 82 fallecimientos, sumadas las tres personas que murieron ayer. "Cada persona que no está es un dolor en todos nosotros", dijo y envió las condolencias a sus familiares.

El Covid-19 tiene la característica de ser extremadamente contagioso. Fernández explicó que la tasa de contagio se multiplicó cada tres días en los países que no tomaron ninguna medida mientras que en el caso de Argentina en cuarentena la multiplicación es cada diez días. "A esto lo llamamos achatamiento de la curva", remarcó. Advirtió que de todas maneras en algún momento llegará el pico de la enfermedad pero que de esta manera se lo está retardando, de manera de permitir preparar al sistema sanitario para atender la demanda. "Si no hubiéramos tomado medidas estaríamos con el 83 por ciento de las camas de terapia intensiva ocupadas, y hoy estamos lejos de eso", graficó.

Horas antes de la conferencia, Fernández recibió nuevamente en Olivos al ministro de Salud, Ginés González García, a su segunda Carla Vizzotti, y al equipo de especialistas que los vienen asesorando. Obviamente, la recomendación fue seguir igual, en base a los buenos resultados que se vienen obteniendo. Ayer mismo, la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre los riesgos de los países que deciden rápidamente y de manera desordenada salir de las cuarentenas. El Presidente luego continuó reunido con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro del Interior, Wado de Pedro, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el vocero Juan Pablo Biondi, conversando sobre la extensión de la medida. Ellos lo acompañaron luego en la presentación.

Algo que le interesaba al Presidente -que siempre se mostró entre los más convencidos de mantener la cuarentena- era no dar una idea de que el aislamiento se aflojaba a partir del lunes, por eso no quiso entrar en este momento a discutir la reanudación de actividades como plantearon la UIA, la Cámara de Comercio y, en alguna medida, también la CGT. En los gráficos, el Presidente marcó la diferencia de la situación argentina con la trágica curva de contagios y muertes que sufren países como Italia, España y Estados Unidos. Luego sumó a dos de la región, como Brasil y Chile. "Para que todos entendamos que esto tiene sentido. No quiero pensar cuántos muertos podríamos tener hoy. Son vidas que salvamos entre todos", argumentó. 

No dio muchas definiciones respecto a las actividades que se podrían permitir en esta "segunda etapa". Dijo que en la teleconferencia que mantuvieron esta semana, los gobernadores le habían pedido que se permitieran actividades en regiones del interior donde no habían infectados. Incluso habló sobre la posibilidad de realizar ejercicio físico como salir a correr. Especuló que, en todo caso, debía realizarse de manera responsable, por ahí turnándose por número de documento y en un radio cercano a sus casas. Pero que van a esperar que los gobernadores acerquen su propuesta a Cafiero y De Pedro, que deberá incluir un protocolo de acción para evitar contagios, y que en definitiva será "el comandante Ginés" -como llamó al ministro- quien dará su consentimiento. 

El Presidente mencionó a las personas discapacitadas y autistas entre quienes se les permitirá salir de sus casas a partir de ahora. Además de talleres de autos y gomerías, también se activará el comercio a través de las compras por Internet y las entregas a domicilio. En cuanto a los bancos, dijo que funcionarán con turno y respetando el distanciamiento social, como lo vienen haciendo los supermercados. En ese sentido, destacó la labor de los trabajadores que cumplen con labores exceptuadas -como los empleados del súper- y mencionó a los encargados de edificios de CABA que, por un convenio, se encargarán de atender las necesidades de los adultos mayores que no tengan quien los ayude.

Al momento de las preguntas, reconoció la dificultad para conseguir reactivos para hacer test. "Tenemos los problemas que tiene el mundo para adquirir los insumos", comentó, algo que se extendía también a los barbijos, alcohol en gel y la vestimenta de protección que utiliza el personal sanitario. Prometió extender la ayuda estatal a los sectores a quienes todavía no llegó, como los monotributistas C y D. Sostuvo que en estas circunstancias no le importaba mucho incrementar el déficit, pero que ve con interés iniciativas como la que promueve el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, para gravar las grandes fortunas. "Estamos en una situación de emergencia, no hay dudas", acompañó.

"Sé lo que cuesta cumplir esta cuarentena", se dirigió el Presidente a la gente, pero les explicó que "no son víctimas, son actores de la cuarentena. Puedo sacar mil decretos pero si ellos no los cumplen no sirven de nada. Les digo que estamos en el camino correcto", concluyó. Fernández prometió que el decreto prorrogando el aislamiento estará listo hoy.