Bicampeón con San Lorenzo en 1972, al año siguiente fue transferido a España. Con el seleccionado nacional disputó el primer Mundial que organizó Alemania. Era un delantero veloz, de gambeta endiablada y uno de los pocos futbolistas argentinos que jugaba en el Viejo Continente, más precisamente en el Atlético de Madrid, donde disputó siete temporadas y fue un verdadero ídolo. Pero en nuestro país, Rubén "Ratón" Ayala se hizo aún más popular por ser el protagonista absoluto en la publicidad de Interminable, una marca local de botines que quedó discontinuada. "En Europa no se consiguen", fue la célebre frase del atacante de bigote y pelo largo que se replicó en todos los televisores de la época.

Tras jugar en varios puestos en las inferiores de San Lorenzo y tener paso fugaz por Racing, el atacante santafesino debutó en el Ciclón con un gol en un amistoso con triunfo ante Nacional de Montevideo. Corría 1968, pleno apogeo de Los Matadores, que en su primer equipo contaba con Fischer, el Bambino Veira, Areán, Pedro González, García Amaijenda y Veglio, nada menos. No le era sencillo ser titular. "Entrar en el segundo tiempo es lo peor que le puede pasar a un jugador, porque uno tiene la responsabilidad de cambiar al equipo", decía el Ratón Ayala, quien aclaraba: "Yo fui el primero con ese apodo. Me decían así por cómo me escurría cuando jugaba". Mucho más tarde, el mismo apelativo recaería en Roberto, defensor emblemático de la Selección.

Ayala era flaco, chueco y cuando encaraba a los rivales a pura velocidad, movía la cintura y las piernas de una manera que nunca se sabía para dónde iba a arrancar. Si pisaba el área con pelota al pie, era casi medio gol del Ciclón. Cuando el Lobo Fischer fue vendido a Brasil, el DT Juan Carlos Lorenzo le dio la chance de ser titular y poco a poco construyó una carrera a puro gol. Tal es así que en 1972 convirtió 22 tantos en 37 partidos y fue campeón del Metropolitano y del Nacional. El paso siguiente fue migrar al Atlético de Madrid junto a su amigo Ramón "Cacho" Heredia y el Toto Lorenzo, de quien el Ratón aseguró: "Me decía Pelé y me compraba un sánguche para motivarme".

Ayala en el 1-1 vs. Italia en el Mundial de 1974. (Crédito: AFP)

Antes de cosechar títulos locales e internacionales con el Aleti (fue campeón de la Intercontinental y marcó el 2-0 decisivo de su equipo contra Independiente en el Vicente Calderón), Ayala formó parte del seleccionado argentino que condujo Vladislao Cap en el Mundial de 1974, cuyo plantel no superó la segunda ronda. En Alemania, el Ratón aportó un tanto en la goleada 4-1 a Haití.

De cabellos larguísimos y setentosos bigotazos, Ayala era casi un clon de Jon Lord, el tecladista de Deep Purple. Pero en sus pagos también era conocido como Patoruzú. Y entonces, bajo la dirección de Eliseo Subiela, el Ratón filmó con la casaca blanquirroja la mentada publicidad de Interminable que lo ubicaría en la cima de su popularidad. En el spot, luego de rematar de volea al ritmo de un pasodoble, una voz en off recomendaba comprar "aquí" los citados botines... porque "en Europa no se consiguen", afirmaba el atacante devenido actor con voz finita y mirando a cámara. La frase fue furor y se hizo proverbial en la Argentina.

Un año más tarde, otra agencia de publicidad ofreció a Ayala hacer una sesión de fotos  para la revista Interviú en la cual debía posar totalmente desnudo, tapándose sólo con una pelota. El Ratón a tanto no se animó. Pero el defensor Migueli, compañero suyo en el Colchonero, finalmente aceptó el convite y se hizo célebre en todo el continente.

En cuanto a lo futbolístico, hacia 1979 el Atlético de Madrid sorpresivamente rescindió el contrato de Ayala, quien por entonces era el capitán del equipo. "La vida no se termina aquí", dijo el delantero, que trascartón se marchó a la liga de México, donde jugó una temporada en el Jalisco y tres en el Atlante antes de retirarse como futbolista profesional, para comenzar enseguida su carrera como entrenador en tierra azteca. Pero lo cierto es que el tono de voz utilizado en su célebre "en Europa no se consiguen" atravesó las décadas y aún sigue resonando con gracia.

El antecedente del Loco Gatti 

En toda su dilatada carrera, Hugo Gatti deleitó a los fanáticos con sus atajadas, sus locuras y sus declaraciones. En la actualidad fue dado de alta en España tras haber padecido coronavirus. Pero hace 50 años una reconocida marca de ginebra (Bols) pensó en su figura para protagonizar una publicidad. Por entonces, el Loco era el arquero de Gimnasia de La Plata. El spot se filmó en el estadio del Bosque, a puertas cerradas y con varios trucos de edición que simularon que la secuencia ocurrió en medio de un partido oficial y con el estadio repleto de hinchas.

El anuncio comenzaba con la hinchada platense alentando a su equipo. De repente, Manolete, un reconocido barman argentino, se acerca al Loco Gatti con un vaso, la bebida espirituosa y una soda para ofrecerle un trago. Acto seguido, el arquero remata fuerte contra el otro arco y marca un verdadero golazo. 


Por supuesto que Gatti nunca hizo un gol de arco a arco. Pero la escena "trucada" correspondía a un partido del Metropolitano de 1970. Ese día el Lobo, dirigido por José Varacka, recibió a Argentinos Juniors y lo derrotó 3-0 con dos goles de Delio Onnis y Roberto Santiago. Precisamente este último fue el autor del tanto utilizado en la publicidad de la ginebra.