La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió al gobierno de facto de Bolivia que permita el ingreso de 1300 ciudadanos bolivianos varados en la frontera con Chile. El pedido de la ex presidenta llegó días después de que esas personas fueran reprimidas por militares bolivianos cuando intentaban cruzar la frontera. La oficina de Bachelet denunció el hecho y criticó al gobierno de facto, encabezado por Jeanine Áñez, por no dejarlos volver. A su vez, pidió que todos los gobiernos latinoamericanos permitan el retorno de sus ciudadanos.

El organismo que preside Bachelet denunció las penurias que están pasando ancianos, niños y mujeres embarazadas bolivianas en la frontera con Chile. “Cientos de ellos tuvieron que dormir a la intemperie, con poca agua y comida, y con temperaturas inferiores a cero grados centígrados", informó la Alta Comisionada. Además, recalcó que el Derecho Internacional los protege para que puedan regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia.

Según la presidenta de facto de Bolivia los militares reprimieron porque se trató de un intento de desestabilizar a su gobierno. Áñez recalcó que el mismo fue llevado adelante por simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del mandatario depuesto Evo Morales. Desde su exilio en Argentina, Morales rechazó esta acusación y volvió a acusar a Áñez de estar usurpando ilegalmente el poder en Bolivia. "Lamento la insensibilidad del gobierno que no permite que nuestros hermanas y hermanos, muy humildes, muchos jornaleros que han perdido por la pandemia su trabajo en Chile, ingresen a Bolivia", sostuvo el exmandatario. La oficina de Bachelet no reprodujo la versión de Áñez. En cambio, denunció la represión a los migrantes bolivianos y la negativa de su país de dejarlos retornar.

Esta semana, los gobiernos de Chile y Bolivia llegaron a un acuerdo sobre la situación de los migrantes que quieran cruzar la frontera. Los bolivianos que deseen regresar a su país serán trasladados a un campamento especial en la ciudad chilena de Iquique. Allí deberán hacer una cuarentena de 14 días, hasta que puedan ser enviados al campamento para retornados de Pisiga, en Bolivia.

Bachelet remarcó que son varios los casos de migrantes bloqueados o incluso discriminados en zonas fronterizas de toda Latinoamérica. Por eso instó a los gobiernos de la región a garantizar el regreso seguro, digno y voluntario de sus ciudadanos, así como su reincorporación sostenible a la sociedad. En general son los migrantes más pobres los que tratan de regresar a sus casas a través de las fronteras terrestres. Sin embargo, al hacerlo se ven impedidos por las medidas impuestas para frenar el Covid-19, recalcó la expresidenta de Chile. "Si los gobiernos no les permiten volver, colocan a los migrantes en situaciones de extrema vulnerabilidad, en particular durante la actual pandemia", sostuvo Bachelet. También, exhortó a los mandatarios a incluir a todos los migrantes, cualquiera sea su estatus migratorio, en los planes de prevención, respuesta y recuperación del coronavirus. La Alta Comisionada pidió que estas personas tengan acceso equitativo a información, test, cuidados sanitarios y protección social.