El Gobierno ofreció su versión sobre la dinámica del consumo en el mercado local. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, consideró ayer que “este trimestre el consumo en general está recuperándose”. Lo justificó haciendo referencia al aumento en las ventas del autos y motos y al supuesto incremento en el consumo de electrodomésticos, que contrasta con las estadísticas de la CAME. El problema, que el propio Cabrera reconoció, es que el consumo de alimentos y bebidas, termómetro indiscutible del poder adquisitivo, continúa en baja en relación al año pasado. El funcionario destacó además que “las consecuencias del programa Precios Transparentes no han sido malas a pesar de la confusión que produjo en algunos comerciantes”. Negó que se vaya a flexibilizar la normativa y que el Gobierno quiera terminar con los grandes descuentos que utilizan los comercios para atraer el consumo.

Distinta posición que Cabrera en relación a Precios Transparentes tiene Osvaldo Cornide, titular de la CAME. En diálogo con este diario, planteó que “todavía no tenemos datos del consumo en marzo. Pero en las conversaciones con dirigentes de la cámara vemos que hay preocupación porque Precios Transparentes afectó al sector. Con el tiempo va a concluir Precios Transparentes, porque no es un mecanismo adecuado. Fracasó. Hay una caída muy grande de las operaciones con tarjeta”.

“Este trimestre el consumo en general está recuperándose. Lo vemos a través del aumento en las ventas de autos, motos y también de los electrodomésticos, que no cayeron sino que crecieron un 9 por ciento en febrero. Además, los precios de los electrodomésticos en efectivo bajaron un promedio del 8 por ciento a partir de la aplicación de Precios Transparentes. Los rubros que cayeron son alimentos y bebidas”, dijo Cabrera ante la consulta de PáginaI12 acerca del efecto de Precios Transparentes sobre el consumo. La evaluación del ministro contrasta con los datos de la CAME que dirige Cornide, quien ayer estaba al lado de Cabrera en la conferencia de prensa posterior al anuncio sobre las rebajas en las comisiones de las tarjetas de crédito (ver aparte).

La CAME calculó que en febrero el consumo cayó 4,1 por ciento en relación al mismo mes del año pasado, medido en unidades. En particular, el rubro electrodomésticos y electrónicos cayó un 5,2 por ciento. Según la entidad, en el primer trimestre la baja es del 3,3 por ciento interanual. Pero además, todas las cadenas de electrodomésticos coinciden en que febrero fue un mes malo en términos de ventas, a raíz de los “salarios viejos” – deteriorados por la inflación y todavía lejos de la recomposición paritaria– y por el  impacto del programa de Precios Transparentes.

Las ventas de motos, según la entidad que agrupa a las concesionarias, sí creció en febrero un 36,7 por ciento interanual y acumula en el primer bimestre un avance del 50 por ciento. La venta de autos, en tanto, avanzó un 19 por ciento en febrero y un 44 por ciento en el bimestre. Esos datos positivos fueron ponderados por Cabrera por sobre la situación del consumo de alimentos y bebidas, que es una variable que sirve de termómetro de la situación social. Para la consultora Scentia, la baja del consumo masivo en febrero fue del 6,6 por ciento y en el bimestre acumula una merma del 5,6 por ciento. Los datos preliminares de Kantar Worldpanel muestran una caída del consumo masivo del orden del 3 por ciento en febrero. Otros consultores afirman que al consumo le faltan un par de meses de caída, aunque en un grado menor de las bajas del año pasado. Para Scentia, el consumo de alimentos bajó en febrero 3,2. La CAME calculó una baja de 1,8 por ciento en alimentos y bebidas.