A comienzos de marzo, Diego Berardo, director del Cultural San Martín (CSM), se entusiasmaba al anunciar la programación de un año festivo : el espacio cumple este viernes 50 años. Pasaron algo así como diez días de aquellos anuncios y debió cerrar sus puertas por las medidas en torno al Coronavirus. "Teníamos una propuesta para celebrar durante todo el año que la pandemia nos hizo replantear. Festejaremos de una manera rara. Tal vez no es la más divertida pero es de la manera en que podemos hacerlo, quedándonos en casa", dice el gestor a Página/12. La institución continuará compartiendo contenidos en su canal de YouTube y en la web "Cultura en Casa", del ministerio de Cultura porteño, del cual depende, a la vez que invita al público a compartir imágenes y experiencias para la celebración.

Berardo enumera una serie de ejes que quedaron truncos por la pandemia, que había elegido en su flamante rol. El aniversario no iba a festejarse con una actividad en particular, sino que iba a plasmarse en una programación que multiplicaría la oferta. Con algunos pilares: igualdad de género ("la mujer protagonista no sólo arriba del escenario, también en la dramaturgia y la dirección") y diversidad ("cultural, sexual y de género"). "Queríamos poner en valor la discusión y las ideas. Que el Cultural, que fue fundador de La Noche de la Filosofía, recuperara su rol. Ponerlo en valor como faro cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Pensábamos cerrar el año con un festival de las ideas", detalla.

El registro audiovisual de la "programación histórica" del centro cultural de la calle Sarmiento se viene volcando en la web "Cultura en Casa" y el canal de YouTube del espacio, metodología que continuará este mes de manera "más intensiva". Allí se pueden encontrar clases magistrales, episodios del ciclo "Jazzología", recitales infantiles y una propuesta de audioteatro. "Estamos revisando y seleccionando obras de teatro y danza que fueron parte del Cultural, para dialogar con los colectivos y volcarlas a la página", comenta el funcionario. "Vamos a subir tutoriales en los que nuestro equipo técnico va a mostrar los detrás de escena de distintas propuestas", anticipa.

Por otra parte, para el festejo se pensaron actividades interactivas a través de las redes (Facebook, Instagram, Twitter). Se invita al público a compartir testimonios vinculados al centro cultural; a responder a trivias de las que participarán personalidades; y habrá un videojuego creado por uno de los grupos del ciclo "Noviembre Electrónico". "Además vamos a subir todos los saludos que nos están llegando de programadores internacionales, artistas, periodistas, gente de la política y la cultura", añade Berardo. 

"La cuarentena agudiza la creatividad. Estamos todos pensando de qué manera generar una propuesta de calidad en tiempos de virtualidad y más audiencias. Esa es una de las cosas positivas. 'Cultura en Casa' generó nuevos públicos: los más chicos, los adultos mayores. Está claro que la cultura va a ser el espacio en que nos vamos a reencontrar y reconocer", expresa Berardo, quien anteriormente dirigió el Sábato Espacio Cultural, dependiente de la UBA. Dentro de este mismo mes, el 25, será el aniversario del Teatro San Martín, que también funciona bajo la órbita del gobierno porteño.

BREVE CRONOLOGÍA DEL ESPACIO

El ciclo

Un hecho muy particular en la historia de este gigante de casi 20 mil metros cuadrados es que en 1971 fue sede de la semifinal del campeonato mundial de ajedrez y una multitud cortó el tránsito de la avenida Corrientes. En la siguiente década estuvo vinculado a la recuperación de la democracia. Funcionó como centro de cómputos el domingo del triunfo de Raúl Alfonsín como presidente. Además, a sus actividades culturales se agregó en los ochenta la designación como sede de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). 

Por esos años fueron creados ciclos como "Jazzología" y "Maestros del Alma", que reunieron a destacadas figuras de la música nacional. También se incorporaron muestras de artes plásticas y la actividad teatral, lo que comenzó a dotar al espacio de su espíritu multidisciplinario. En el escenario de la sala de convenciones A/B estuvieron Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Osvaldo Pugliese, María Elena Walsh, Ariel Ramírez, Charly García, Roberto Goyeneche, entre muchos otros.

En 1994 se creó la Videoteca de Buenos Aires, archivo abierto gratuitamente a investigadores y a cualquier interesado. En el '95 apareció un nuevo sector para la danza contemporánea, la sala Espacio Teatral del Centro (ETC), en el primer subsuelo, rebautizada después como Sala Ernesto Bianco.

En 2011 se inauguraron dos salas de cines de arte y una multipropósito, y las artes escénicas cobraron mayor protagonismo. Entre 2012 y 2015 se recuperaron las salas E y F, se creó el Sótano Beat y la Sala Presidente comenzó a funcionar como espacio para cursos, talleres y seminarios de artes del movimiento. De aquellos años es muy recordado el violento desalojo, en 2013, de la Sala Alberdi, que se encontraba tomada contra el cierre de actividades culturales (funcionaba de manera autónoma a cargo de la Dirección General de Enseñanza Artística). Dos policías que dispararon con balas de plomo a fotógrafos fueron absueltos y un tercero recibió una condena leve.

En 2014 se realizó la primera edición del ciclo "Invocaciones", que trae al presente a las grandes figuras de la historia del teatro, de la mano de creadores en su mayoría del ámbito alternativo.

A Berardo le tocó asumir luego de que su antecesor, Diego Pimentel, fuera acusado por acoso sexual y maltrato laboral . Reconoció su responsabilidad en un juicio abreviado. La comunicadora y maquilladora Anahí de la Fuente hizo una denuncia pública, fue despedida, y luego recibió el respaldo de Actrices Argentinas. En una conferencia , el colectivo resaltó la "precarización" que obliga a callar casos de acoso y vulneración de derechos para conservar puestos laborales, incluso en ámbitos oficiales. Según informa Berardo, las dos mujeres víctimas fueron reincorporadas y se desempeñan para el Ministerio de Cultura. "Cuando llegué me encontré un centro cultural laburando, lo de Pimentel siguió su camino judicial."