El Gobierno extenderá la política de precios máximos hasta el 30 de junio. Esto significa que la industria, los distribuidores, los supermercados y los comercios deberán mantener los precios que tenían vigentes al día 6 de marzo. La medida fue tomada por la Secretaría de Comercio Interior de la Nación para “asegurar el acceso a los bienes esenciales de consumo general en condiciones razonables”, según fue establecido en la Resolución 133 publicada en el Boletín Oficial. Mientras tanto, mayoristas y supermercados aseguran que desde que comenzó la cuarentena la industria alimenticia aumentó los precios un 10 por ciento promedio.

La política de precios máximos fue lanzada el 19 de marzo por el término de 30 días, luego se prorrogó en abril, también por un mes, y ahora se extendería nuevamente. “El plazo podrá ser prorrogado en atención a la evolución de la covid-19”, anticipa la resolución. Una de las razones tiene que ver con el “aumento significativo” de la demanda de bienes de consumo esencial durante la cuarentena. Y al mismo tiempo, con “aumentos generalizados” en alimentos, productos de higiene y cuidado, que “resultan irrazonables y no se corresponden con las variaciones de las estructuras de costos de producción”. Al mismo tiempo, la resolución intima a las empresas que forman parte de la cadena de bienes de consumo masivo a incrementar su producción “hasta el más alto grado de su capacidad instalada”, para evitar “situaciones de desabastecimiento”.

Inflación

La inflación de abril fue de 1,5 por ciento, pero el rubro alimentos duplicó el índice. Esto se debió a la presión de las categorías de carne, frutas y verduras. En el Gran Buenos Aires, las frutas subieron 7,1 por ciento frente a marzo y las verduras, 11,5 por ciento. Según pudo saber este diario, el Ministerio de Desarrollo Productivo avanza con medidas para afrontar estas subas. En cuanto a frutas y verduras, la nueva gestión del Mercado Central comenzó a publicar todas las semanas listados de precios de referencia tanto para productores como para comercios. En cuanto a la carne, en GBA subió 3,5 por ciento, con cortes que aumentaron hasta 10 por ciento. Desde el gobierno esperan que con la medida aplicada a principios de abril, por la que los frigoríficos deben informar el precio de la carne, se puedan regularizar los precios a partir de mayo. 

También el Indec dio cuenta de otros alimentos que registraron fuertes subas, y que se encuentran en el listado de precios máximos. Por ejemplo, el queso cremoso subió 9,2 por ciento; el arroz, 3,5 por ciento, y el azúcar, 7,1 por ciento. El caso del azúcar no sorprende al gobierno, dado que se trata de un mercado concentrado que se mantiene enfrenado con las autoridades económicas desde que comenzó la gestión.

Aumentos

De hecho, a fines de abril la Confederación Almacena denunció aumentos de los mayoristas. En tanto, los mayoristas culpan a la industria. “Primero empezaron con quita de descuentos y luego directamente ajustes. Se fue sumando primero un 2 por ciento, después otro 3 por ciento, y así desde que arrancó la cuarentena las subas fueron en promedio del 10 por ciento. En harinas, aceite y azúcar llegó al 15 por ciento”, aseguró a PáginaI12 Alberto Guida, presidente de la cámara de distribuidores y mayoristas (Cadam).

 “Van a empezar a faltar productos”, anticipa Guida. Del otro lado, Copal, la entidad que agrupa a las alimenticias, aduce aumentos de costos en insumos que varían con el precio del dólar y en la logística. En este sentido, la Secretaría de Comercio avanza con dos medidas. En parte, recibe las denuncias de aumentos de precios que envíen supermercados, comercios o mayoristas. Por otro lado, trabaja en la estructura de costos de la fabricación alimenticia. Busca detectar dónde se dan los saltos, ya sea en los insumos o en la distribución, para evitar estas subas.