Trabajadores sanitarios del Reino Unido participan desde este jueves en un ensayo clínico para estudiar los efectos de la cloroquina sobre el coronavirus. En un comunicado, el coautor de la investigación, Nicholas White, aseguró que no se conoce si este fármaco es beneficioso o perjudicial ante la covid-19. Aunque sostuvo que la mejor manera de descubrirlo era a través del ensayo clínico aleatorio que llevarán adelante. El uso de la cloroquina, así como la hidroxicloroquina, está siendo promovido por los gobiernos de Brasil y Estados Unidos. De hecho Donald Trump aseguró que lo estaba utilizando. Por su parte Jair Bolsonaro promovió un protocolo para su empleo.

El estudio británico está siendo llevado adelante por la Unidad de Investigación en Medicina Tropical Mahidol Oxford (MORU, por sus siglas en inglés). El mismo involucra a más de 40.000 personas que trabajan con pacientes confirmados o sospechosos de padecer la enfermedad en Europa, África, Asia y Sudamérica. Las pruebas dieron comienzo este jueves en los Hospitales Universitarios de Brighton y Sussex y en el Hospital John Radcliffe de Oxford. Se prevé que los resultados estén disponibles para fin de año.

La hidrocloroquina es un derivado menos tóxico de la cloroquina. Desde hace décadas se usa para tratar enfermedades como la malaria y el lupus. Ahora algunos médicos creen que podría ayudar en la mejoría de pacientes con la covid-19. Por su parte, el investigador del Colegio de Medicina de Brighton y Sussex, el profesor Martin Llewelyn, aseguró que en caso de que estas medicinas reduzcan el contagio, sería tremendamente valioso. Según el investigador el estudio que lleva adelante el Reino Unido tiene gran relevancia ya que encontrar una vacuna efectiva y segura contra el coronavirus es algo que podría llevar mucho tiempo.

El interés en este fármaco aumentó después de que Trump anunció públicamente que desde hace algunas semanas está tomando hidroxicloroquina. El presidente norteamericano sostuvo que lo utiliza como medida preventiva. No obstante, la Agencia de Medicamentos y Alimentación del gobierno estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió de los posibles riesgos que puede suponer su uso. Según esta organización el mismo debe ser utilizado sólo en un entorno hospitalario, ya que uno de sus efectos puede ser la alteración del ritmo cardíaco.

En paralelo, también el ministerio de Salud de Brasil reglamentó el miércoles el uso de la cloroquina. El protocolo permite la aplicación del fármaco siempre y cuando el paciente sepa que puede morir o tener efectos colaterales graves. "Todavía no existe comprobación científica pero está siendo usada con controles en el mundo. Estamos en Guerra. Peor que ser derrotado es sentir vergüenza de no haber luchado. Dios bendiga a nuestro Brasil", escribió Bolsonaro en Twitter. La comunidad médica brasileña y mundial repudió la medida, que hasta ahora estaba prescripta para enfermos de coronavirus sólo en un nivel avanzado.

La fe ciega del jefe de Estado brasileño en el fármaco lo llevó a ordenar al Laboratorio Químico Farmacéutico del Ejército que encendiera todos sus motores y aumentara su producción, lo que ha cumplido en niveles nunca antes vistos. Hasta mediados del mes pasado ya había fabricado 1,25 millones de comprimidos. Esto supone un incremento del 900 por ciento en relación a las cerca de 125.000 unidades que producía en un año entero. La administración Bolsonaro también eliminó impuestos para la importación de fármacos con cloroquina. En paralelo, solicitó a la India, uno de los principales suministradores de medicamentos genéricos del mundo, un cargamento de materias primas para su elaboración en Brasil.