El volumen total de naftas vendidas cayó un 67,1 por ciento en abril por la cuarentena aplicada para intentar contener al coronavirus. En la nafta súper el derrumbe del 65,6 por ciento y en la premium llega al 71,7 por ciento. Por su parte, el gasoil retrocedió 34 por ciento. En este caso la caída fue menor por la actividad rural que estuve exceptuada de la cuarentena. Las cifras corresponden a un informe elaborado por la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).

Si se observa solo el canal minorista, el desplome fue todavía mayor. La venta de naftas bajó 67,5 por ciento, llegando a un 73,6 por ciento en el segmento Premium.

Las caídas en los volúmenes vendidos fueron mayores en los grandes centros
urbanos que en el resto del país. En Ciudad de Buenos Aires el retroceso fue de 61,2 por ciento, llegando a 71,8 por ciento en naftas y 46,1 por ciento en gasoil. En Córdoba las ventas, siempre en volúmenes, bajaron 54,6%, debido a un retroceso de 72,3 por ciento en naftas y 27,7 por ciento en gasoil, mientras que en Rosario se registró una baja de 54,6%, que impactó tanto en naftas (-72,3 por ciento) como en gasoil (27,7 por ciento).

La entidad aseguró además que el 64.1 por ciento de las estaciones de servicio del país tuvo ventas por debajo del punto crítico (el volumen por debajo del cual se producen pérdidas) y un 86.3 por ciento estuvo por debajo de punto de equilibrio (el volumen por encima del cual se produce un resultado equivalente a más del 3 por ciento sobre ventas).

“Estos datos fueron realizando un cálculo optimista, pero podría ser incluso mayor el número de estaciones a pérdida. Hay que entender que la mayoría se trata de PyMEs, que se esfuerzan para lograr estar al día”, sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA. En total, el informe calcula que el sector perdió 42.500 millones de pesos por la pandemia. Pese a ello, Bornoroni se mostró optimista al afirmar que para fines de octubre se podría recuperar parte del volumen de ventas, en caso de que pueda retomarse el normal funcionamiento de la economía.