La industria del turismo viene siendo una de las más afectadas por la pandemia y la decisión de Latam de dejar de operar dentro del país le sumará problemas adicionales al sector, una vez que se habiliten los vuelos de cabotaje. La decisión de la aerolínea deja en la calle a 1700 trabajadores, pero además disminuirá la conectividad del país e impactará de lleno en toda una serie de actividades turísticas que dependían de esos vuelos. "Sin líneas aéreas no hay turismo", sentencia Aldo Elías, el presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), en diálogo con PáginaI12.

Como desde hace unos años los comportamientos del sector turístico mutaron a una reducción de la estadía promedio en los destinos y con más salidas en los fines de semana largo, el transporte aerocomercial tomó mucha relevancia en la cadena.  El mercado aerocomercial previo a la salida de Latam se repartía en un 62 por ciento para Aerolíneas Argentinas, 16 por ciento para Latam, y 21 por ciento restante entre las low-cost Jetsmart, Flybondi y, en menor medida, Andes. Con esta noticia, "el aumento de precios está garantizado", agrega Elías. 

Este anuncio de Latam implica el cierre de las rutas que unen sus doce destinos domésticos: Buenos Aires, Iguazú, Bariloche, Salta, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, El Calafate y Ushuaia. Hay algunos destinos que son mas dependientes del tráfico aerocomercial que otros, como Iguazú, la Patagonia, Salta o Jujuy que cuentan con turistas internacionales que toman vuelos internos para trasladarse. Aunque indirectamente, todos los destinos se ven afectados. 

Ariel Panella, secretario de Turismo de Mina Clavero, Córdoba, se lamentó ante este diario por la pérdida de operaciones de una aerolínea que tenía entre 4 y 5 vuelos diarios a la Provincia. "Era una aerolínea con un programa de millas muy importante que, en momentos de crisis, favorece mucho al turismo interno. Es una pérdida importante para el sector", agregó Panella. Si bien piensa que puede llegar a tener menos impacto durante el año, el verdadero escollo será en el verano, en el que el 80 por ciento de turistas son nacionales, de AMBA y CABA. 

El sector hotelero también se encuentra preocupado. "Para la hotelería cada turista transportado es un huésped potencial, y a nosotros se nos cae una demanda potencial de 3 millones de huéspedes (la cantidad de pasajeros que transportó Latam en 2019) a nivel nacional", expresó a PáginaI12 Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo. 

Millas y pasajes

Desde el blog aéreo @infopasajera, creado por trabajadoras del rubro especializadas en servicios aéreos a partir de las dudas que surgieron por la covid-19, aclararon que todos los pasajes afectados por esta medida recibirán su reintegro de dinero con una demora de 45 días hábiles. Este plazo es una mejora con respecto a las que están relacionadas a cancelaciones por la covid-19, que cuentan con una demora de 12 meses en ser reintegradas. En el caso de los pasajes con millas, la compañía devuelve las millas a la cuenta y reintegra los impuestos vía la misma forma de pago utilizada. Las millas acumuladas seguirán vigentes, ya que se pueden canjear en las rutas internacionales que siguen operativas.

En los casos en que los clientes hayan comprado un pasaje internacional cuya primera conexión es internacional (por ejemplo: un pasaje desde Córdoba a Cancún con conexión en Lima), el pasaje no se verá afectado porque puede ser operado vía otras filiales de la empresa. Para los pasajes internacionales cuya primera conexión es nacional (por ejemplo: un pasaje desde Salta a Río de Janeiro con conexión en Buenos Aires) sí se ven afectados por la medida y se pueden o bien reprogramar (haciendo que salga directamente desde Buenos Aires) o pedir la devolución total del dinero.