El ministerio de Salud de Brasil, a cargo del general Eduardo Pazuello, sigue perdiendo protagonismo mientras avanza el coronavirus en el país. Desde la dirección de la cartera se impone una lógica militar donde algunos funcionarios denuncian su temor a llevar barbijos por miedo a represalias, informó el diario El País de España. Además durante la pandemia ya fueron nombrados más de 25 militares en puestos técnicos. El fin de semana un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes dijo que era pésimo para las Fuerzas Armadas que Pazuello siga como ministro. En paralelo el presidente Jair Bolsonaro manifestó que se hará una nuevo test porque no aguanta más estar encerrado.
Ministerio de guerra
Brasil tiene ministro de Salud interino desde el 15 de mayo pasado. Son casi dos meses donde el ministerio perdió la brújula a la hora dar directrices para enfrentar la pandemia. A los funcionarios técnicos que trabajan en la dependencia se les pide cumplir con entregas y plazos, pero cada vez son menos consultados sobre salubridad. “Estamos viviendo hace meses una situación muy difícil. Allá adentro, los colegas están muy angustiados. Muchos técnicos van a trabajar en persona, pero se avergüenzan de usar un cubrebocas, como si fuera una actitud ideológica. Es como si se hubiera convertido en comunista. Quien está con el gobierno no usa una mascarilla“, manifestó un empleado que pidió guardar su anonimato. Los trabajadores tienen miedo de perder su empleo ya que muchos de ellos son subcontratados.
Según los funcionarios el ministerio se empezó a regir con criterios de jerarquías y disciplina con poco margen para plantear problemáticas o soluciones médicas. Los efectos llegan a verse más allá de las dependencias directamente ligadas a tratar la covid-19. Las campañas para controlar la diabetes y la hipertensión arterial, así como el dengue y las políticas de salud para las mujeres, están siendo descuidadas. “La situación interna actual es muy mala. Las agendas son muy restringidas y antitécnicas. Los militares no conocen el área y no dejan que los técnicos se manifiesten. Muchos están dejando de opinar gradualmente, porque es muy vergonzoso. Yo soy uno de estos”, informó otro funcionario del ministerio.
En plena crisis sanitaria, dos ministros de Salud salieron del Gobierno por discrepancias con Bolsonaro. El mandatario destituyó en abril a Luiz Henrique Mandetta que sostuvo la necesidad de llevar adelante cuarentenas. Menos de un mes después, su sucesor Nelson Teich renunció por las presiones del jefe de Estado para recomendar la cloroquina, un antipalúdico cuya eficacia contra el coronavirus no está comprobada. Ambos eran médicos. Así llegó Pazuello a la cabeza del ministerio en carácter de interino. El militar tiene una destacada carrera militar pero ninguna experiencia en el ámbito sanitario.
El sábado pasado Mendes, juez de la máxima instancia judicial del país, lamentó el vacío dejado en el ministerio de Salud. "Hay que decir eso de manera muy clara: el Ejército se está asociando a ese genocidio, no es razonable. Hay que poner fin a eso", afirmó el magistrado. Las declaraciones fueron en el marco de una videoconferencia en la que criticó el negacionismo con que el gobierno de Bolsonaro encaró la pandemia. El martes llegaron las réplicas desde el ejectuvio. El vicepresidente de Brasil, el general de la reserva Hamilton Mourao, dijo que Mendes había cruzado un límite con sus declaraciones.
Lobo atado
Por su parte, Bolsonaro dijo estar sintiéndose bien pero que ya no soportaba seguir en su casa. El mandatario dio positivo de la covid-19 el martes pasado. "Me realizaré otra prueba de PCR para ver si todavía tengo el virus. La respuesta debería salir en unas pocas horas. Espero el resultado porque no puedo soportar esta rutina de quedarme en casa", sostuvo el mandatario en una entrevista telefónica con CNN Brasil. El presidente contó que en ningún momento sintió falta de aliento ni pérdida del gusto, y que después de haber registrado 38 grados de fiebre el lunes 6 de julio, su temperatura se mantuvo estable y no volvió a subir. Adelantó que espera reanudar su rutina normal la próxima semana. “Necesito saber si todavía tengo el virus. Mientras no esté libre del virus, me quedaré aquí", manifestó el presidente de 65 años.
Brasil el segundo país más afectado por la pandemia detrás de Estados Unidos.
Brasil el segundo país más afectado por la pandemia detrás de Estados Unidos. Contabilizaba al 14 de julio 1,926,824 infectados, 74133 muertos y 1,213, 512 recuperados, según reportes del Ministerio de Salud que publica la Organización Mundial de la Salud. En relación al día anterior, shubo e registraron 41,857 casos nuevos.