Luego de sumar más de 10 mil nuevos contagios en las últimas 24 horas, el estado de Florida superó los 300 mil casos de coronavirus en medio de duras críticas al gobernador Ron DeSantis por resistirse a volver al confinamiento. Las cifras están sin embargo lejos del récord de 15.300 casos  registrados el 12 de julio, o las 132 muertes del 14 de julio. 

Junto a Florida, otros estados como California o Texas sufren rebrotes de covid-19, el virus que afecta a Estados Unidos más que a ningún otro país del mundo y ya contabiliza 3.465.031 contagios y 136.940 muertos. Florida, donde al principio de la pandemia la propagación fue moderada, salió del confinamiento a principios de mayo y comenzó un proceso de reapertura económica en tres fases que varios expertos tildaron de apresurado. El 5 de junio el estado del sudeste del país entró en la fase dos, pero al poco tiempo los contagios empezaron a aumentar a una velocidad alarmante.

El Departamento de Salud de Florida contabilizó este miércoles 10.181 casos nuevos y 112 muertes, que desde el primero de marzo a la fecha elevan la cuenta a 301.810 personas contagiadas y 4.521 fallecidas por coronavirus en este estado, el tercero en número de positivos de Estados Unidos. Sobre ese total, 129.258 casos y 2.300 muertes se concentran en tres de sus 67 condados: Miami-Dade, Broward y Palm Beach. 

A las críticas al gobernador republicano Ron DeSantis por su falta de reacción inicial frente al coronavirus y por dejar todo en manos de alcaldes y autoridades municipales, se sumó la preocupación porque algunos laboratorios de análisis no están informando los casos negativos de covid-19 a las autoridades del estado. Eso implica que los porcentajes de casos positivos que suministran las autoridades del estado no serían acordes a la realidad.

Personal del Departamento de Salud de Florida confirmó al canal Local10 que detectaron esa conducta irregular en algunos laboratorios privados y están solventando el problema para que no afecte a la "transparencia e integridad de los datos suministrados". Otro indicador que genera preocupación por estas horas es la disponibilidad de unidades de cuidado intensivo (UCI), que en Broward alcanzó su nivel más bajo: 7,34 por ciento.

En tanto, autoridades educativas de varios condados de Florida decidieron retrasar la fecha del inicio de clases y otras advierten que dada la situación generada por la covid-19 no podrán reabrir las aulas para dictar clases presenciales, tal como ordenaron las autoridades federales con el presidente Donald Trump a la cabeza. En el condado de Miami-Dade, el miércoles vencía el plazo para que los padres de los alumnos de escuelas públicas optaran por uno de los tres tipos de planes propuestos para la nueva cursada, que van desde lo presencial a lo virtual, pasando por una combinación de ambos.

El gobernador DeSantis se movió rápidamente para comenzar a relajar las restricciones de cierre de locales y actividades a principios de mayo, antes que la mayoría de los otros estados del país. En una crítica inusualmente directa, el principal funcionario de salud de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijo la semana pasada que Florida había puesto fin a su confinamiento antes de que los registros de salud pública justificaran semejante medida.

DeSantis desestimó las críticas al señalar que su decisión se basó en los mejores datos con los que contaba en ese momento. A fines de junio, en una marcha atrás parcial, el gobernador ordenó que se cerraran nuevamente los bares y centros de esparcimiento para frenar la propagación de la enfermedad, aunque el número de infecciones continuó aumentando. A pesar del repunte del coronavirus en Florida, el miércoles Walt Disney World reanudó actividades en otras dos instalaciones que estaban cerradas desde marzo debido a la pandemia. De esta forma quedan abiertos ahora todos los parques de Disney en Orlando.

Las cifras divulgadas el pasado martes por el Departamento de Salud estatal indicaban que en las últimas 24 horas se habían registrado 132 muertes, de las cuales 32 fueron en el condado de Miami-Dade, cuya situación llegó a ser comparada con la de la ciudad de Wuhan, China, al inicio de la pandemia. Francis Suárez, alcalde de Miami, la ciudad más poblada del condado y también la que acumula más contagios, consideró que se trata de una comparación "muy fuerte", aunque reconoció que la situación es preocupante.

Suárez no descarta imponer una nueva cuarentena, que es precisamente lo que pidió la congresista demócrata por Florida Donna Shalala. En declaraciones al canal NBC 6, Shalala reclamó al gobernador DeSantis que emita una orden para que los residentes en Florida se queden en sus casas durante al menos dos semanas, y a la vez vuelva obligatorio el uso de la mascarilla a nivel estatal. "Vamos a tener que acordar que tenemos que aislarnos por un par de semanas. Al menos un par de semanas. Como no hagamos que esto baje, vamos a tener más y más tragedias", aseguró quien fuera secretaria de Salud durante el gobierno de Barack Obama.