Un día como hoy hace tres años Johana Ramallo salió a las 5 de la tarde de su casa de La Plata tras decirle a su mamá que la esperara para cenar, pero no volvió. La última imagen de la joven que se tiene registrada fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio ubicada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño poco después de salir de su casa. Esa misma noche, su mamá, Marta Ramallo, denunció la desaparición de Johana y comenzó una lucha que se extendió durante más de dos años, en los que reclamó a las autoridades que busquen a su hija, de quien presumía había sido víctima de una organización de trata de personas para la explotación sexual.

En abril de 2019 Marta fue informada de la aparición de los restos de Johana, hallados en Palo Blanco, Berisso. Los peritajes estimaron que la joven, que tenía una hija de seis años, había sido asesinada entre septiembre de 2017 y 2018.

Durante estos 3 años, la familia de Johana ha dado a conocer las distintas trabas burocráticas que tuvo que sortear para lograr catalogar la desaparición de la joven como tal. También ha padecido diferentes formas de violencia institucional y ha recibido amenazas que van desde llamadas telefónicas hasta una balacera en la puerta de la casa de la madre de Johana hasta el momento sin responsables a la vista.

La denuncia que Marta realizó a las pocas horas de la desaparición de Johana en la comisaría de Villa Ponsatti quedó radicada con la carátula “Búsqueda de paradero”. A pesar de la insistencia en los indicios de que había sido un secuestro, la familia recibió por parte de agentes de la Policía Bonaerense respuestas como “se debe haber ido con un macho”. Con esa misma carátula y sosteniendo la posibilidad de que Johana se hubiera “ido por voluntad propia” operó también la Fiscalía durante los primeros meses, que son clave en las investigaciones sobre delitos de trata.

“Hay líneas claras, entonces, ¿qué es lo que falta para que encuentren a los responsables? ¿Cuánto tiempo más tiene que esperar la familia de Johana? Sabemos que en la ciudad de La Plata, en la zona de donde se llevaron a Johana existen redes de trata y explotación sexual a la vista de todes, sabemos que la Policía Bonaerense lo sabe, lo permite y es cómplice. Por eso exigimos que se aparte a la Policía Bonaerense, responsable de proteger la zona de donde desapareció Johana, de la investigación”, afirma el comunicado publicado en el aniversario de la desaparición acerca de la investigación que hoy lleva adelante el juez Adolfo Gabino Ziulu.

"A fuerza de lucha, de marchas y acciones que hasta el día de hoy sostenemos, aunque hayan cambiado de formato en esta oportunidad por el marco de la pandemia, logramos que la causa pase a la justicia federal y que cambie la carátula para que sea investigada como trata para la explotación sexual. Toda la información desde el principio apuntaba a que esa era la hipótesis más adecuada y que era urgente dar con los responsables de la desaparición de Johana", dice el documento. 

Desde su creación, el Ministerio de las Mujeres, políticas de género y diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires viene acompañando la causa. “Por primera vez desde aquel 26 de julio, un organismo provincial se hizo eco de nuestro reclamo”, agrega el comunicado redactado por familiares y amigos de la joven que desde julio de 2017 reclaman Justicia por Johana.