María Eugenia Vidal hizo una promesa:  dijo que no iba a inaugurar hospitales en la provincia de Buenos Aires porque los consideraba "una estafa a la gente". Y cumplió. Durante todo su mandato, sólo funcionó la guardia del hospital René Favaloro de La Matanza gracias al apoyo económico económico de la entonces intendenta Verónica Magario porque la Nación y la provincia de Buenos Aires retiraron los fondos. Al macrismo le hubiera costado cuatro meses terminarlo. Los mismos que tardó el Frente de Todos para poder descubrir este martes la placa que lleva los nombres de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Axel Kicillof, Verónica Magario y Fernando Espinoza. Pandemia de por medio, estará destinado a atender sólo a los enfermos de covid que sean derivados de la provincia, desde los casos más leves hasta los más complejos. "Cuando lo recorrí hace un tiempo me resultó muy difícil de entender que un Gobierno lo haya abandonado. Le dije a Gabriel (Katopodis) que lo pusiera en marcha y es un ejemplo de decisión y perseverancia", dijo Alberto Fernández en videoconferencia desde Olivos. Y anunció una pronta visita. También advirtió, respecto de la pandemia, que "estamos muy lejos de resolver el problema".

"Yo estoy muy estricta con el tema de la distancia social por el tema de Gustavo", comentaba sonriente la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, una de las primeras funcionarias en llegar al hospital, en referencia al covid positivo de Gustavo Menéndez, el intendente de Merlo. De a poco fueron llegando el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En Olivos, vía videoconferencia, estuvieron (además del Presidente) el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el de Salud, Ginés Gonzalez García y su vice Carla Vizotti; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Desde las provincias que gobiernan y por vía remota participaron del acto el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich; el de Santa Fe, Omar Perotti; el de Córdoba, Juan Schiaretti y el intendente de Mar del Plata, el opositor Guillermo Montenegro, quien no se privó de hablar de la necesidad de que oficialismo y oposición sigan trabajando juntos, así como Fernández no se privó tampoco de recordar que fue su alumno y que era "perseverante". Todos agradecieron la colaboración del Estado porque en sus distritos se construyeron hospitales modulares con el apoyo de Nación.

El momento emotivo

Hacía un frío intenso y el momento emotivo que calentó el ambiente estuvo a cargo de Santiago Cafiero, quien cuando le tocó hablar le dio la palabra a Gabriela Hamilton, directora de servicios técnicos asistenciales del hospital, quien se puso al hombro de la resistencia dentro del Favaloro durante el macrismo. No fue fácil: los médicos se iban yendo a otros trabajos porque la construcción estaba frenada y ella pasó a dirigir el hospital, que siguió atendiendo guardias con el apoyo del municipio. También fueron difamados por la prensa opositora, que llegó a llamarlos "okupas". 

Aunque se reconoce como una mujer "dura" porque trabajar en salud pública desde hace 25 la llevó a armar cierta coraza,  no pudo evitar la emoción al hablar. "Cuatro años, nueve meses y siete días esperé este momento", le dijo al Presidente, que luego la elogió por su perseverancia. Ahí se le cayeron las lágrimas. "Me emocionó la apertura, y el reconocimiento hacia alguien que sólo realiza su trabajo de la mejor forma posible. Una hace las cosas sin esperar esos reconocimientos, pero los mimos siempre son buenos al alma y más en mi caso cuando se une a toda una vida dedicada a la Salud publica", dijo a PáginaI12, y recordó que fue alumna de Ginés, a quien admira.

El hospital

El hospital René Favaloro se terminó en cuatro meses desde que Alberto Fernández le dijo al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis --que en Olivos ofició como una suerte de maestro de ceremonias-- que había que terminarlo. "Se hizo trabajando bien y en pandemia, que no es fácil. Se frenó en febrero de 2016 y lo retomamos en marzo de 2020. Y éste es un hospital muy bueno: podés traer al  paciente más grave y lo van a atender", dijo a este diario un colaborador de Katopodis.

El  René Favaloro, figura a quien el Presidente ponderó y recordó la cercanía de los veinte años de su muerte, está en Rafael Castillo y tiene con 144 camas de internación general y 14 de terapia intensiva, un sector de guardia con atención las 24 horas, seis shock rooms para urgencias, guardia pediátrica y servicios de apoyo como laboratorio, diagnóstico por imágenes y consultorios externos. Ya está listo para que ingresen los pacientes de la Provincia que sean derivados con covid.

El Gobierno puso en marcha también los cuatro nuevos Hospitales Modulares del Interior del país: en Resistencia (Chaco), en Córdoba capital, en Granadero Baigorria en Santa Fe y en Mar del Plata. Los 8 restantes se encuentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires: Almirante Brown, Florencio Varela, Gral. Rodríguez, Hurlingham, Lomas de Zamora, Moreno, Quilmes y Tres de Febrero.

Los Hospitales Modulares de Emergencia son módulos de construcción rápida de 1.000 metros cuadrados. Están equipados con un total de 840 camas (262 de terapia intensiva y 578 de internación general), respiradores, ventiladores de transporte, monitores multiparamétricos, ecógrafos portátiles, electrocardiógrafos y equipos de rayos X, entre otros dispositivos de última generación.  Funcionan las 24 horas y, una vez que finalice la pandemia, quedarán para ser utilizados por la comunidad.