El principal argumento para el regreso a los entrenamientos en el fútbol argentino tiene que ver con la fecha de reanudación de la Copa Libertadores, programada para el 17 de septiembre. Con los rivales entrenando o incluso jugando, los representantes locales forzaron la vuelta a las prácticas y consiguieron la habilitación, sin importar que se esté atravesando el peor momento de la pandemia, con records diarios de contagios y muertes. 

Paraguay fue el primer país en regresar, sin que le faltara polémica. La vuelta prevista para el viernes 17 de julio se postergó esa misma mañana porque se habían detectado 52 casos positivos en tres de los 12 equipos. Por decisión de los clubes y la Asociación Paraguaya de Fútbol, los futbolistas fueron sometidos a nuevos tests privados, se aisló a los positivos y el torneo se reinició el martes 21 de julio. Desde entonces se jugaron cuatro fechas, por lo que Libertad, rival de Boca; Guaraní, adversario de Tigre; y Olimpia, contrincante de Defensa y Justicia; llegarán con mucho más rodaje. 

Palmeiras, adversario de Tigre, celebró el sábado el título del torneo paulista. (EFE)

Un panorama similar tendrán los conjuntos brasileños, que en la misma semana que en Paraguay comenzaron a competir en los estaduales Paulista (Palmeiras, Santos y San Pablo), Gaúcho (Inter y Gremio) y Paranaense (Athletico Paranaense). El vigente campeón de la Copa, Flamengo, les lleva un mes de ventaja, ya que el Carioca se reanudó el 18 de junio, con un hospital de campaña en el estacionamiento del Maracaná . A pesar de haber superado los 100.000 muertos y los tres millones de contagios en el país, este fin de semana comenzó el Brasileirao, con un papelón mayúsculo. A minutos del horario pautado y con los futbolistas en los vestuarios, el duelo Goiás-San Pablo se suspendió porque el club local confirmó diez casos positivos, ocho de ellos de jugadores titulares. 

Allí deberá ir River el jueves 17 de septiembre para medirse al San Pablo, mientras que Defensa y Justicia visitará a Santos el 20 de octubre y Tigre jugará allí un día después ante Palmeiras. Para el conjunto de Gallardo, esa semana será de alto riesgo, ya que cinco días después de jugar en San Pablo deberá viajar a Juliaca, en el sudeste de Perú, cerca de la frontera con Bolivia, para medirse ante Binacional. El conjunto peruano fue noticia durante la semana ya que nueve de sus integrantes dieron positivo de coronavirus , después de haber violado los protocolos durante el viaje a Lima para jugar ante Alianza. 


Precisamente, el torneo Descentralizado peruano debía comenzar este fin de semana, pero fue suspendido tras la disputa del partido entre Cantolao y Universitario, por un escándalo que se generó después de que los hinchas cremas provocaran aglomeraciones, sin distanciamiento social, en los alrededores del estadio Nacional. Por ese motivo, el Instituto Peruano del Deporte decidió postergar el torneo, en medio de un panorama muy complicado en el país por la pandemia, con casi 500.000 casos y más de 20.000 muertos. 


El otro equipo argentino que debe viajar a Perú es Racing, que el 23 de septiembre chocará ante Alianza en Lima, una semana después del reinicio ante Nacional de Montevideo en Avellaneda. El equipo uruguayo es otro de que los que llegará rodado, ya que el torneo Apertura se reinició este fin de semana con el empate 1-1 en el clásico ante Peñarol. 

La próxima semana sería la vuelta del fútbol en Ecuador, donde los clubes vienen jugando amistosos las últimas semanas. Liga de Quito, equipo que debe viajar a Buenos Aires para jugar ante River el 20 de octubre, confirmó a fines de julio que tenía ocho de sus integrantes con COVID.

En Chile reina la incertidumbre a una semana del supuesto reinicio del torneo. Por el momento, la ANFP no confirmó la jornada y los medios especulan que la vuelta se postergará hasta el 28 de agosto, siempre y cuando no aumenten los contagios y las muertes. Ese mismo fin de semana sería el regreso de la Dimayor colombiana, que ya tiene a sus equipos entrenando de forma individual, si es que esa fecha resulta aprobada por el Ministerio de Salud, de Deporte y el Gobierno. Boca tiene previsto su partido en Medellín ante el DIM el 24 de septiembre, en la semana posterior a su viaje a Asunción para jugar ante Libertad. 

En Venezuela y en Bolivia todavía no hay fechas de regreso confirmadas para la reanudación de los torneos, aunque sí casos de coronavirus en los equipos que volvieron a practicar. Caracas, rival de Boca el 22 de octubre en La Bombonera, suspendió el viernes sus entrenamientos después de confirmar casos de COVID sin determinar número en su plantel. En tanto, Bolívar reportó la semana pasada siete positivos en la ronda de testeos previa al retorno a los entrenamientos. El equipo dirigido por el argentino Claudio Vivas debe visitar el 22 de septiembre a Tigre en Victoria.